
”¡Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual en Cristo!” Efesios 1:3.
Todo lo bueno nos es transmitido por medio de Cristo. Todas las bendiciones celestiales nos llegan a través del Mar Rojo de la sangre de Cristo! ¡Él es el tesoro y depósito de todas las riquezas espirituales! Puedes ir como la abeja, de flor en flor, y saborear un poco de dulzura aquí y allá, pero nunca tendrás suficiente hasta que vengas a Cristo, porque Él es todo en todo. Hay suficiente en Cristo para disipar todos nuestros temores, aliviar todas nuestras cargas, suplir todas nuestras necesidades.
En Él habita toda plenitud”, Colosenses 1:19. Cristo es todo lo que el alma pueda desear, es: belleza para adornar, oro para enriquecer, bálsamo para sanar, pan para fortalecer, vino para consolar, salvación para coronar. Cristo endulza todos nuestras amarguras. Quien tiene a Cristo puede decir:”¡Esta misericordia me es dada por la mano de mi Salvador! ¡Esta es una muestra de amor de Él, una prenda de gloria!”.
Cristo santifica todas nuestras cruces. Son medicina para el alma; ellas expulsan el pecado y obrarán la gracia. Cristo se asegura de que su pueblo no pierda nada en el horno de la aflicción, excepto sus impurezas. Sin Cristo nada es bueno. Él es la suma de todos los bienes. No ames nada más que a Cristo. El amor es el afecto más selecto; es la joya más preciosa que la criatura puede ofrecer. ¡Oh, si Cristo lo es todo, entonces ámalo más que a todo! A Él, que lo es todo, dale tu amor a Él, quien más lo desea y más lo merece.
¡Oh, cristiano, si ha brillado esta Estrella de la Mañana en tu corazón con sus rayos iluminadores y vivificantes! Entonces, ¡regocíjate y alégrate sobremanera! ¡Cuánto mejor es Él que todas las demás cosas! Si Cristo es tuyo ¡qué más quieres! Sé agradecido por Cristo. Dios ha hecho más por ti al darte a Cristo que si te hubiera dado el mundo entero. Dios no puede dar un regalo mayor que Cristo, Él es todo en todos. Colosenses 3:11 Quien tiene a Cristo no necesita más. El cristiano débil, ¡puede ver una suficiencia total en su Salvador! Quien tiene a Cristo, nada le falta, porque “¡Cristo lo es todo en todo!”. – Thomas Watson
Oración final
SEÑOR, gracias porque en Cristo nos has dado toda bendición espiritual. Ayúdanos a descansar en su suficiencia, a amarle sobre todas las cosas y a vivir agradecidos por tan glorioso don. Que Cristo sea verdaderamente todo en nuestra vida. Amén.