Nuestro Dios Para Siempre: La Porción Incomparable del Creyente

“¡Porque este Dios es nuestro Dios por los siglos de los siglos! ¡Él será nuestro guía hasta el fin!” Salmo 48:14

El creyente también es llamado heredero de Dios, lo que implica que tiene derecho, por gracia, a todo lo que el Eterno posee, en la medida en que sea necesario para hacerlo completa y eternamente feliz.  Dios es un Ser infinito, sin límites en Su esencia, maravilloso en Sus acciones, inconcebible en Sus propósitos e inexpresable en Sus atributos. Él es…infinitamente más que mundos en Sí mismo; demasiado alto para nuestras especulaciones y demasiado majestuoso para nuestras descripciones; sin embargo, ¡Él es el Dios de todo Su pueblo redimido! ¡Todos Sus gloriosos atributos y perfecciones son tuyos!

Su misericordia es tuya; Para salvarte, para eliminar tu culpa y para compadecerte en momentos de angustia. Su sabiduría es tuya… para proveerte, aconsejarte y dirigir todo para tu bien.Su omnipotencia es tuya; para guardarte y protegerte en la hora del peligro, para apoyarte en cada situación conflictiva y para preservarte para su reino celestial. ¡Cristiano, regocíjate de que este Dios Todopoderoso es tuyo!

Su bondad es tuya; para suplir todas tus necesidades, para enriquecerte con las mejores bendiciones y concederte felicidad eterna en las mansiones de la gloria. Su omnisciencia es tuya; para contemplarte en cada situación, adversa o próspera; para librarte de todos los ataques que tus adversarios intentan lanzarte; y para proveer para tu seguridad presente y eterna.

Su omnipresencia es tuya; por eso ha dicho: “En seis tribulaciones estaré contigo, y en la séptima no te abandonaré”. “Estaré con ustedes todos los días hasta el fin”. Su justicia es tuya; para cumplir todos los compromisos del pacto, para recompensaros con una morada en los reinos de la dicha, para castigar a todos los poderes hostiles que se oponen incesantemente a ti.

¡Su inmutabilidad es la roca de tu seguridad y la fuente de tu gozo inefable!Su fidelidad es tuya, como garantía del cumplimiento de todas esas grandísimas y preciosas promesas a los creyentes. ¡Este Dios es realmente tuyo, y enteramente tuyo! ¡Oh, la felicidad del cristiano al tener al SEÑOR como su Dios! Entonces, alégrate y dí: “El SEÑOR es mi porción, por tanto, en Él esperaré”. ¡Cuán grande es el amor de Dios al convertirse en la porción eterna de tan indignos pecadores! -William Nicholson

Oración 

Señor, gracias por revelarte en Tu Palabra de Dios como nuestro Dios eterno. Afirma en nosotros la verdad de Dios, el discernimiento espiritual y la fe en el Evangelio para confiar plenamente en que Tú eres nuestra porción y nuestro guía hasta el fin. Amén.

Deja un comentario