La Plenitud Inagotable de Cristo: Gracia Sobre Gracia

“Y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14

En Jesús no solo hay una suficiencia de gracia, sino una suficiencia total. Él tiene suficiente para suplir todas nuestras necesidades; y no solo para nosotros, sino para todos los creyentes que han vivido o vivirán. Jesús es una fuente de misericordia y gracia. De su plenitud, como de una fuente rebosante, fluye toda bendición espiritual. Él llena nuestras vasijas vacías una y otra vez, y la fuente sigue rebosando.

Cuanta más gracia recibimos de Jesús, más hay todavía en Él. El sol nunca es menos brillante, después de toda la luz que recibimos de Él. De la misma manera, Jesús nunca es menos pleno, después de toda la gracia que recibimos de Él. La gracia del corazón de Jesús fluye siempre hacia su pueblo: gracia sobre gracia, bendición sobre bendición, misericordia sobre misericordia.

En Jesús crucificado hay gracia suficiente para todas las dificultades, necesidades y deseos de su pobre pueblo. Jesús es: una vestidura que nos cubre y adorna, un consejero que nos ayuda, un capitán que nos defiende, un príncipe que nos gobierna, un profeta que nos enseña, un sacerdote que hace expiación por nosotros, un Esposo que protege, un padre que sustenta, un hermano que apoya, un fundamento que sostiene, una cabeza que guía y un tesoro enriquece.

Jesús es el gran depósito de todos los tesoros celestiales. En Él están todas las riquezas de la gracia divina. De Él, todos los creyentes reciben gracia, no solo en su primera conversión, sino a lo largo de su peregrinación. Sus bendiciones no llegan ocasionalmente, sino una tras otra: incesantes, ilimitadas, suficientes para cada paso de la vida cristiana.

Jesús es totalmente suficiente para el creyente. Él es el pan que alimenta, el médico que sana, la roca que sostiene, el sol que ilumina y la fuente que purifica, el arca de salvación. Jesús es un tesoro de todas las bendiciones espirituales, y todas son para su pueblo redimido. Si algo nos falta, no es porque le falte a Jesús. La fuente está llena, pero la mano de la Fe debe extenderse para recibirla. -Thomas Brooks

Oración 

Señor, gracias porque en Tu Palabra de Dios nos revelas que Jesús es nuestra plenitud y nuestra gracia abundante. Aumenta en nosotros el discernimiento espiritual, afírmanos en la verdad de Dios y en la sana doctrina, y permite que vivamos aferrados al Evangelio, recibiendo por fe todo lo que Cristo ya ha provisto para nosotros. Amén.

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