La Gratitud que Nace de la Gracia

Den gracias al SEÑOR porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. 1 Crónicas 16:34

Todo lo que disfrutamos debe verse como proveniente de la mano misericordiosa y generosa de nuestro Dios soberano. Todo lo perdimos por nuestro pecado. Todo lo que recibimos es por su gracia. La providencia que nos provee es la sabiduría, la benevolencia y el poder de Dios obrando a nuestro favor, ¡como expresión de su infinito amor y gracia inmerecida! Nuestros talentos, oportunidades y capacidades vienen por igual del SEÑOR. ¡Cada misericordia aumenta y profundiza nuestra deuda con la gracia inmerecida!

¡La acción de gracias nunca está fuera de tiempo! porque siempre tenemos mucho por lo que estar agradecidos. Debemos ver todas las cosas como dispuestas por la sabiduría divina, dependientes de su voluntad, santificadas por su bendición, conforme a sus promesas y fluyendo de su amor. ¡Oh, cristianos demos gracias al SEÑOR, porque no nos ha tratado según nuestros pecados. ¡Él SEÑOR ha perdonado tus pecados, justificado tu alma, renovado tu naturaleza y te ha dado derecho a la vida eterna! Así, Él ha evitado tu ruina eterna, ha soportado tus faltas, ha suplido todas tus necesidades, guiado tus pasos y ha prometido conducirte a la gloria. James Smith

¡Su misericordia ha sido siempre grande! Demos gracias diariamente por las maravillas del asombroso amor de Dios al salvarnos del pecado y de la condenación. La mejor manera de mostrar agradecimiento a Dios por salvarnos es vivir una vida totalmente dedicada a Él. Somos deudores de la gracia salvadora de Dios, y lo mínimo que podemos hacer es darle gracias infinitas. La gratitud es la respuesta natural del alma a la gracia salvadora de Dios.

Quien ha recibido mucho perdón, mucho ama y mucho agradece. Cuanto más nos damos cuenta de la profundidad de nuestro pecado y más nos maravillamos de la grandeza de la misericordia de Dios hacia nosotros, más se convierte la gratitud en el aliento de nuestras vidas. ¡Oh, qué deuda de amor y gratitud tenemos con el SEÑOR que nos redimió del pozo de la destrucción! Que nuestras vidas sean salmos de acción de gracias a Él. Demos gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. — C. Spurgeon


Oración 

Señor, coloca en nosotros un corazón humilde y agradecido, que recuerde cada día tu misericordia y viva para darte gloria en todo. Amén.

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