
«No te jactes del mañana, porque no sabes lo que el día te deparará.» Proverbios 27:1
La jactancia jamás engrandece a un hombre ante los demás, ni mejora su cuerpo ni su alma. El mañana viene de Dios; no tienes derecho a gloriarte en él. Porque el mañana es una de las cosas más frágiles de la creación, y por lo tanto, de la que menos hay que presumir. «No te jactes del mañana, porque no lo tienes y puede que nunca lo tengas.
Jamás te jactes del mañana en lo que respecta a la salvación de tu alma. Lo hacen quienes piensan que les será más fácil arrepentirse mañana que hoy. Lo hacen quienes suponen que tendrán mucho tiempo para arrepentirse y volver a Dios. Lo hacen quienes se jactan de sus propósitos de mejorar. – C. Spurgeon
«¡Somos totalmente ignorantes del futuro! El sufrimiento es parte de esta vida mortal; como el dolor, la enfermedad, la debilidad y la vejez. La fe en el SEÑOR no puede eliminar por completo tales aflicciones, si así ÉL lo ha dispuesto, pero puede mitigarlas y aliviarlas mucho y nos permite afrontarlas con dignidad. El hombre mundano está totalmente inmerso en las cosas de esta vida, sus placeres y sus preocupaciones. Pero cuando llega el mañana cambiante y todo esto desaparece, queda arruinado». – R. Parkinson
«No te jactes del mañana». Aprende la importancia de una vida de fe y dependencia de Dios. El ser humano nunca fue diseñado para ser independiente. Aprende a cultivar un espíritu de santa resignación a la voluntad divina. Aprende a cultivar un espíritu de prudente moderación en cuanto a las cosas de esta vida presente. Aprende a cultivar un espíritu de humildad.
Pase lo que pase en el futuro, sean cuales sean las circunstancias en que nos encontremos, debemos confiar en Dios, mantener la esperanza en su misericordia y suplicar con fervor ante su trono de gracia, creyendo que Él lo ha ordenado todo con su amor, lo ha dispuesto todo con su infinita sabiduría y lo transformará todo para nuestro bien supremo. «En tus manos están mis tiempos». Salmo 31:15. – James Smith
Oración final
Que cada día vivas con la certeza de que tus tiempos están en las manos de Dios y que solo en Su guía encontrarás seguridad, paz y propósito.