Cristo: Señor de todos y fuente inagotable de gracia

«¡Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo SEÑOR de Todos es rico para con Todos los que le invocan!»
Romanos 10:12


El Evangelio de Cristo no se limita a ninguna nación ni pueblo. Se proclama y se ofrece al mundo entero 🌍 (Marcos 16:15). En una época, el favor divino se extendía principalmente a Israel (Romanos 9:4-6), pero ahora se extiende a todos los no judíos, porque no hay diferencia entre judío y griego. El muro intermedio de separación ha sido derribado, y los creyentes de toda nación pueden acercarse con libertad al propiciatorio.

Este versículo está lleno de un precioso consuelo espiritual. “El mismo SEÑOR”, Jesús, a quien Dios resucitó de entre los muertos, es el Divino Salvador, que rompió las barreras de la tumba, demostrando que su muerte fue eficaz y su mediación triunfante. Por su resurrección gloriosa, fue declarado Hijo de Dios con poder. Es “El SEÑOR de todos”, y como Mediador del nuevo pacto, posee una reserva inagotable de bendiciones espirituales, por las cuales puede ser rico para con todos los que le invocan. “Porque agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud”.

Observemos los objetos de su gracia enriquecedora: “Para con todos los que le invocan”. Él enriquece al culpable con el perdón de todos sus pecados, por numerosos y graves que sean (1 Juan 1:7). Él enriquece a los condenados por la ley con liberación y justificación (Romanos 5:1; 8:1). Él enriquece a los injustos y contaminados con gracia purificadora y poder regenerador, haciéndonos “nuevas criaturas en Cristo Jesús” (2 Corintios 5:17). Él enriquece a los marginados y abandonados con adopción en su familia redimida y con todos sus preciosos privilegios celestiales. ¡Es una fuente rica, plena, gratuita e inagotable de salvación y amor divino! 💧✨

Sí, Él enriquece al ignorante con sabiduría, al débil con fuerza, al temeroso con valentía, al deprimido con consuelo, al soldado de la cruz con armadura, victoria y conquista espiritual; al tentado y probado con apoyo y salida; al afligido y desconsolado con fortaleza; al moribundo con la esperanza de la vida eterna y, después, con el Cielo mismo.
¡Él puede hacer que toda gracia abunde para todo su pueblo!
Gracia y gloria da el SEÑOR; nada bueno niega a los que andan en integridad.
📜 Salmo 84:11 — William Nicholson


🙏 Oración final:
Señor Jesús, gracias porque tu gracia no tiene fronteras. Eres rico en misericordia para con todos los que te invocan. Que cada corazón te reconozca como el Señor de todos y encuentre en Ti la plenitud de la vida eterna. 

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