El Poder del Silencio: La Vida Oculta de Jesús

OCTUBRE 2

«Cuando Jesús comenzó Su ministerio, tenía unos treinta años». Lucas 3:23

La mayor parte de la vida de Jesús fue vida «oculta». Durante treinta años, como verdadero y único modelo de todo cristiano, vivió escondido, ignorado y alejado de la vista de los hombres de su tiempo. Jesús, el hombre perfecto por excelencia (Efesios 4:13), fue amante solícito del silencio y el anonimato. Aunque hay muy pocos detalles registrados en los evangelios sobre sus primeros treinta años, ese tiempo de silencio y anonimato habla de manera muy potente para los verdaderos creyentes que tienen oídos para oír.

El Hijo de Dios nació y creció en un pueblo despreciado de Israel: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?» (Juan 1:46). El humilde nacimiento, los comienzos y el entorno de nuestro Salvador fueron un obstáculo para quienes esperaban un Mesías grande y glorioso. Aunque el mundo fue creado por medio de Él, «el mundo no lo conoció» (Juan 1:10). Aquel a quien adoramos vino a la tierra y ¡vivió completamente desconocido durante treinta años! ¡Cuánta humildad! Así nos muestra con su ejemplo el Maestro Divino, que la vida fiel y sencilla también es parte del plan divino.

El silencio y la vida oculta de Jesús nos enseñan que es allí donde Él se manifiesta, no de una manera ruidosa, ni espectacular, ni vistosa. Pero silenciosamente, Él está actuando de manera sobrenatural en nosotros. Fue en absoluta quietud y oración, en la oscuridad, en el anonimato, que Jesús se preparó para brillar en su ministerio de tres años y terminar su obra gloriosa en la Cruz.

En todas las épocas, hombres y mujeres han sido formados en secreto: Moisés, David, Eliseo, Juan el Bautista. Dios los preparó en secreto para revelarlos a su tiempo, lo mismo que a Jesús; su vida oculta y sin fama es un modelo para todos los que están siendo preparados por Dios. Anhelemos con todo el corazón que nuestra vida permanezca escondida con Cristo en Dios (Colosenses 3:3), pues la plenitud de nuestra vida interior en Cristo está oculta a la vista del mundo, pero «resplandece como el sol en el reino de nuestro Padre» (Mateo 13:43).

¡Cuán pocos aman el ministerio del anonimato y el silencio! ¡Ignoran que es el más parecido al de Jesús, y el que más fluye en el poder del Espíritu Santo! En el secreto y en el silencio es donde se impregna el alma de la presencia del SEÑOR y de los dones de Su Santo Espíritu. Allí aprendes humildad y que el único que debe brillar es Cristo. Como dice Juan el Bautista: «Es necesario que Él crezca y que yo disminuya» (Juan 3:30). Toda la atención debe estar en Él y no en mí.

No juzgues el poder de un ministerio por la fama que tiene o el ruido que hace. Una vida llena de un ministerio silencioso es comparable con el rocío que despierta menos atención que una tormenta, pero puede ser más refrescante y reconfortante. En otras palabras, hay más alcance, poder del Espíritu Santo y efectos espirituales en un ministerio anónimo que en un ministerio reconocido y bullicioso. El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu del SEÑOR habla a cada verdadero creyente, esto es, a Su iglesia.

Palabras clave: vida oculta, silencio, humildad, formación espiritual, poder del Espíritu Santo, anonimato, ejemplo de Jesús, vida sencilla, preparación divina.

Oración: SEÑOR Jesús, enséñame el valor del silencio, la belleza del anonimato y la fuerza que nace en lo oculto. Que mi vida, como la tuya, se moldee en lo secreto bajo la mirada del Padre, y que cada acto oculto sea una semilla que florezca para tu gloria. ¡Amén y Amén!

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