
AGOSTO 26
«Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.» Hebreos 11:7
Noé no tenía evidencia visible cuando Dios le pidió que construyera el arca. Obedeció, no porque entendiera todas las cosas, sino porque conocía a Dios de manera personal y su fe actuaba de acuerdo con la Palabra divina, sin importar lo absurdo que pudiera parecer ante los demás. La fe verdadera guía al alma en tiempos de angustia, lleva a obedecer y a tener un temor reverente de los juicios de Dios.
Así sucedió con los santos de la antigüedad. El arca es un símbolo de Jesucristo, nuestra salvación. La fe en Él es indispensable: «Mas el justo por su fe vivirá» (Habacuc 2:4). Significa confiar plenamente en Cristo para recibir justificación y vida eterna. No hay otro camino, no existe otra Arca. Isaías lo describe así: «Y será Aquel varón —Jesucristo— como escondedero contra el viento, y como refugio contra la tempestad; como corrientes de aguas en tierra de sequedad, como la sombra de un gran peñasco en tierra sedienta» (Isaías 32:2). ¡Qué vívida metáfora para recordarnos que debemos refugiarnos en el Arca de salvación! – John Owen
Noé escuchó la terrible advertencia de que Dios destruiría con un diluvio a todos los seres vivos; su fe le llevó a creer tanto en la amenaza como en la promesa. Si no hubiera creído en el juicio venidero, jamás habría preparado un arca y, por ende, no habría recibido la promesa. Nadie construye un arca para huir de un diluvio si no cree que ese diluvio vendrá. – C. Spurgeon
Hoy también los juicios de Dios están sobre la tierra a causa del pecado. Por eso, debemos prepararnos junto con nuestras familias para entrar en el Arca que es Cristo. Acudamos a Él, confiemos en Él, porque está escrito: «Bienaventurados todos los que en Él confían» (Salmo 2:12).
🙏 Oración: Señor Jesús, mi Arca de salvación, gracias porque en ti encuentro refugio seguro contra el juicio y el pecado. Aumenta mi fe para obedecer tu voz aun cuando no vea lo que viene, y guarda a mi familia y a mí bajo la sombra de tu gracia. Amén.