El poder transformador del Espíritu Santo 

AGOSTO 13

«Cuando él venga (El Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio». Juan 16:8

¡El Espíritu Santo es el único reformador eficaz del mundo! Si Él está ausente, los legisladores podrán promulgar leyes contra el crimen; los filósofos podrán razonar contra la inmoralidad; los ministros podrán predicar contra el pecado; la conciencia podrá protestar contra el mal; la ley divina podrá prescribir y amenazar con la condenación; el evangelio podrá invitar y seducir al cielo; ¡pero todo será en vano! Nada rescatará eficazmente a un pecador ni lo convertirá si el Espíritu Santo no lo convence.

Pablo, Apolos y Pedro, con todas sus capacidades apostólicas, no pueden hacer nada sin el Espíritu Santo. Pablo puede plantar la semilla, y Apolos puede regarla; ¡pero solo Dios puede hacerla crecer! «Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios, que hace crecer las cosas». 1 Corintios 3:6-7.

Nunca se establecerá la paz ni la armonía en este mundo inestable hasta que este Agente Divino, el Espíritu Santo, haga la obra. ¡Solo Él puede derretir los corazones obstinados de los hombres en amor y paz! ¡Solo Él puede ablandar sus temperamentos ásperos y salvajes y transformarlos! Solo Él puede apagar las lujurias que incendian el mundo e implantar las virtudes y gracias opuestas. El amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio son mencionados por Pablo como frutos del Espíritu, Gálatas 5:22-23, porque sólo el Espíritu es el autor de ellos. Y si estas disposiciones predominarán en el mundo, ¡qué región serena, tranquila y pacífica sería, libre de las tormentas de las pasiones humanas!

¡Oh, cuánto necesitamos la influencia del bendito Espíritu… para quebrantar el corazón de piedra, para iluminar la mente oscura y para consolar el alma abatida! — Samuel Davies

Oración:
Amado SEÑOR Jesús, concédenos que cada día podamos rendirnos a la guía y al poder del Espíritu Santo, para que Su obra transformadora se refleje en nuestras vidas y sea luz para un mundo necesitado.

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