“Contentos con lo que Dios nos da”

AGOSTO 5

«Estén contentos con lo que tienen ahora» — Hebreos 13:5


Hay cinco cosas que, si Dios el Espíritu Santo se complace en establecerlas en nuestros corazones, seguramente darán contentamiento a todo creyente:

1️⃣ El propósito de Dios
Todas las cosas que han sucedido en este mundo, tanto grandes como pequeñas, prósperas como adversas, placenteras como dolorosas, buenas como malas, suceden según el propósito eterno, inmutable e inalterable de Dios. Aprende esto en tu corazón y aprenderás a estar contento. «Porque de Él, por Él y para Él son Todas las cosas. ¡A Él sea la gloria por los siglos! Amén.» (Romanos 11:36)

2️⃣ La providencia de Dios
Todo en el Cielo, la Tierra y el Infierno está soberanamente gobernado, regido y manipulado por Dios con infinita sabiduría, según su santo propósito para el bien eterno y espiritual de su pueblo. Nada en este universo respira ni se mueve sin el decreto y la dirección de Dios. «Sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperan para bien de los que lo aman, de los que son llamados conforme a su propósito» (Romanos 8:28).

3️⃣ El poder de Dios
Nuestro Dios es todopoderoso. Se ha propuesto hacernos el bien y tiene el poder para cumplir su propósito. No puede ser frustrado ni derrotado. «Todos los pueblos de la tierra son considerados como nada. Él hace según su voluntad con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierra. No hay quien detenga su mano ni quien le diga: ‘¿Qué haces?’» (Daniel 4:35). ¡Él es Dios todopoderoso! Podemos confiar en Él con total seguridad.

4️⃣ La presencia de Dios
«Manténganse libres del amor al dinero y estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho: ¡Nunca te dejaré! ¡Nunca te abandonaré!» (Hebreos 13:5). Si eres un hijo creyente de Dios, ¡entonces el Dios omnipotente y eterno está contigo! Esta realidad debe traer paz y contentamiento a tu corazón.

5️⃣ Las promesas de Dios
Abre la Palabra de Dios y encontrarás una fuente inagotable de contentamiento para tu alma. «¡Él nos ha dado sus preciosas y grandísimas promesas!» (2 Pedro 1:4). Son preciosas porque su valor es incalculable y grandísimas porque superan cualquier promesa humana. Ningún problema, aflicción o prueba es más grande que las promesas de Dios. Podemos confiar en que su Palabra es verdadera, inmutable, poderosa y sabia.

📖 — Don Fortner


🙏 Oración final:
SEÑOR, enséñame a estar contento con lo que me das, a confiar en tu propósito, a descansar en tu providencia, a sentir tu presencia y a aferrarme a tus preciosas promesas. Amén.

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