
JULIO 26
“En verdad les digo que entre los nacidos de mujer no se ha levantado nadie mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él.”
Mateo 11:11
Este versículo pronunciado por Jesús es profundamente revelador: a pesar de la grandeza de Juan el Bautista, el más pequeño en el Reino de los cielos lo supera. ¿Por qué? Porque los nacidos de nuevo, quienes han sido regenerados por el Espíritu y han entrado en el Nuevo Pacto por medio de Cristo, poseen privilegios que ni el más grande profeta del Antiguo Testamento experimentó plenamente.
1. Una posición superior en Cristo:
Juan anunció la venida del Reino, pero los creyentes de hoy están dentro de ese Reino. Estamos en Cristo, vestidos con su justicia, adoptados como hijos de Dios y sellados por el Espíritu Santo. Esa posición espiritual es incomparable.
2. Un conocimiento más pleno de Cristo:
A diferencia de Juan, nosotros hemos visto la cruz, la tumba vacía y la gloria de la resurrección. Entendemos su obra como Profeta, Sacerdote y Rey, su deidad como Emanuel, su gracia salvadora y su sacrificio perfecto por los pecados. Incluso el creyente más sencillo hoy conoce a Jesús con mayor claridad que Juan.
3. Una experiencia más rica de su amor:
Podemos testificar con certeza: «Me amó y se entregó por mí.» Sentimos su perdón, su poder para vencer el pecado, y disfrutamos de una comunión continua y dulce con Él. Su Espíritu nos guía, su gracia nos transforma y su presencia nos consuela.
Como dice Charles Simeon, esta diferencia es como la del amanecer frente al sol del mediodía. La luz que hoy tenemos en Cristo es más brillante, más plena y más transformadora. ¡Esa es nuestra bendición como miembros del Reino!
🙏 Gracias, Señor Jesús, porque aunque somos pequeños, nos has hecho partícipes de tu Reino eterno. Ayúdanos a vivir con gratitud, fe y reverencia por este privilegio tan glorioso. Amén.