Un pueblo escogido: El tesoro especial de Dios

JULIO 12

📖 «Porque tú eres un pueblo santo que pertenece al SEÑOR tu Dios. De todos los pueblos de la tierra, el SEÑOR tu Dios te eligió a ti para que seas su tesoro especial.»
— Deuteronomio 7:6

Dios valora profundamente a su pueblo. Lo llama su “tesoro especial” y lo distingue de entre todas las naciones. Este versículo revela no solo una verdad teológica, sino una realidad espiritual gloriosa: hemos sido elegidos por el Creador del universo para ser suyos, su posesión más preciosa.


🕊️ El amor de Dios revelado en su elección

El valor que Dios da a su pueblo es incomparable. A través de múltiples imágenes bíblicas, el Señor expresa cuánto estima a quienes ha redimido:

  • El pastor valora su rebaño, pero Dios llama a su pueblo su hermoso rebaño.
  • El avaro valora su oro, pero Dios declara que su pueblo es su tesoro especial sobre toda la tierra.
  • El príncipe guarda sus joyas, pero Dios dice: “Serán mías, en el día que yo actúe como con mis joyas”.
  • El esposo se goza en su esposa, y así se regocija Dios con los suyos.
  • El rey cuida su corona, y Dios declara: “Serás corona de gloria y diadema real en mi mano”. (Isaías 62:3)

Este amor es eterno, incondicional, y profundamente personal. Nos ama no por lo que somos, sino porque así lo quiso, en soberana gracia.


✨ Elegidos en Cristo, desde la eternidad

La elección divina no fue un impulso emocional ni una respuesta a algo valioso en nosotros. Fue un acto libre, soberano y lleno de sabiduría.

“Nos escogió en Él antes de la fundación del mundo.” — Efesios 1:4

Dios pensó en ti antes de que existieras. Su amor fue anterior a tu amor. Si Él no nos hubiese elegido, jamás lo habríamos elegido a Él, pues la carne no busca lo espiritual.
Él nos eligió para ser redimidos, transformados, y glorificados con Cristo. Como dice Romanos 8:30-32, quien eligió, justificó; y a quien justificó, glorificará.


🙏 Oración Final

Dios eterno y soberano, gracias por haberme escogido para ser tuyo. No lo merecía, no lo buscaba, y sin embargo tu amor me encontró. ¡Qué privilegio es ser llamado tu tesoro especial! Ayúdame a vivir con humildad y gratitud, sabiendo que no me elegiste por lo que soy, sino por lo que eres tú: lleno de gracia y verdad.

Hazme recordar cada día que pertenezco a ti, y que mi identidad no está en este mundo, sino en ser tuyo, amado, redimido y apartado. Gracias por entregarte en Cristo para hacerme parte de tu pueblo. Que nunca deje de asombrarme por tu elección y tu amor sin medida.
En el nombre de Jesús, amén.✍️ James Smith – Adaptación para reflexión devocional y lectura optimizada en plataformas digitales.

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