Trabajar con la fuerza de Cristo: un devocional sobre esfuerzo, fe y propósito

JUNIO 26

Para esto trabajo y lucho con toda la fuerza y el poder que Cristo me da.”
— Colosenses 1:29

Este devocional cristiano nos recuerda que la vida de fe no es pasiva ni cómoda. Vivir con propósito requiere esfuerzo, perseverancia y una fuente de fuerza que va más allá de nuestras capacidades humanas: la fuerza de Cristo en nosotros. En un mundo donde reina la comodidad y se evita el sacrificio, el llamado del Evangelio es claro: avanzar por el camino difícil, pero glorioso.

El objetivo de una vida cristiana noble no es evitar las pruebas, sino permitir que Dios forje en nosotros virtud, gracia y carácter semejante a Cristo a través de las luchas diarias. Como creyentes, estamos llamados a enfrentar lo difícil, a trabajar con propósito y a vivir una fe que se traduce en acción.

“Un rasgo distintivo de un carácter noble es su deseo de hacer cosas difíciles.”
– J.R. Miller

Quien solo busca lo fácil, se pierde la riqueza del crecimiento espiritual. Quien teme el trabajo duro, rara vez verá fruto eterno. Muchos sueños y propósitos de Dios para la vida de las personas mueren por falta de esfuerzo espiritual y valentía para avanzar.

Hoy vemos una realidad común: en la vida cotidiana, muchos quieren resultados sin proceso. Anhelan una vida próspera sin enfrentar pruebas, desean tener sabiduría sin estudiar, y sueñan con ser piadosos sin cultivar una relación profunda con Dios.

“Esfuércense por entrar por la puerta estrecha.”
– Lucas 13:24

Esa puerta estrecha representa la vida cristiana auténtica: una vida de disciplina, decisión y entrega total. El solo deseo de ser devoto no es suficiente. Una verdadera vida espiritual vigorosa requiere esfuerzo persistente, lucha interior y la determinación de vivir conforme a la voluntad de Dios.

“Ninguna devoción es digna si no busca alcanzar lo mejor; y lo mejor solo se consigue con la lucha más valiente y el esfuerzo más persistente.”
– J.R. Miller

Nada de valor se logra sin costo. Jesús lo demostró en la cruz, donde entregó su vida por amor:

“Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
– Filipenses 2:8

Por eso, si queremos vivir una vida que glorifique a Dios y bendiga a otros, debemos estar dispuestos a invertir reflexión, tiempo, paciencia, sacrificio y trabajo constante. La pereza espiritual debilita el alma. Pero el trabajo con propósito, hecho en la fuerza que proviene de Cristo, transforma vidas.

“Para esto trabajo y lucho con toda la fuerza y el poder que Cristo me da.”
– Colosenses 1:29

Este versículo es una invitación a todos los creyentes que desean impactar el mundo: trabaja, lucha, avanza, pero hazlo en el poder de Cristo. Él te da la gracia y la fuerza necesaria para cada batalla, cada reto y cada paso de fe.

Devocional inspirado en los textos de JR Miller 

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