ABRIL 27

«Si la buscas como a la plata, y la escudriñas como a tesoros, entonces entenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios». Proverbios 2:4-5

La verdad de la Biblia es como un «tesoro escondido en un campo»; solo el que lo busca con una mente transformada por el Espíritu de Dios, puede «encontrarlo» Mat.13:44. La Biblia es un libro aburrido hasta que el Espíritu Santo ilumina el entendimiento y es revelada; un acertijo tentador hasta que consigas la clave; pero, una vez encontrada la pista, absorbe nuestra atención, deleita nuestro intelecto y enriquece nuestro corazón.- S. Thodey

Si somos extraños a Dios, sus palabras parecen distantes y de poco interés. Dios habla palabras útiles y reconfortantes a sus propios hijos reconciliados. Cuando descubrí que tesoro es la Palabra, sentí que me había apoderado de ella; tus palabras llegaron a lo más íntimo de mi alma. Vinieron a nosotros con un poder que ninguna otra palabra ha tenido, y no se nos puede argumentar por nuestra convicción de su excelencia superlativa y autoridad divina. Hemos encontrado las palabras de nuestro Padre celestial: sabemos que las tenemos, porque los hijos conocen la voz de su propio padre. -Spurgeon

¡Qué tesoro es la Palabra de Dios! En ella tenemos: Luz, para disipar nuestra oscuridad. Verdad, para guiarnos en medio de los laberintos del error. Consuelos, para alegrarnos en un mundo de miseria. La Biblia es; la Revelación del amor de nuestro Padre; la Expresión de la gracia de Dios a los pecadores; el Depositario de las bendiciones celestiales; la Carta de nuestros más altos privilegios; la Religión de los verdaderos cristianos; la Gloria de nuestras iglesias; la compañera del hombre pobre. Todo lo sublime en concepción y tierno en expresión, se encuentra en las Sagradas Escrituras.

El Eterno Dios se ha revelado allí como….revestido de majestad y honor; glorioso en santidad, temible en alabanzas, hacedor de maravillas. En las Sagradas Escrituras, Él ha manifestado su gloria, como poderoso para salvar, perdonando la iniquidad, la transgresión y el pecado. En ese bendito volumen, se ve cómo la Misericordia detiene el brazo de la Justicia, y toda la ternura del Padre se manifiesta en la persona del adorable Hijo. ¡El amor de Dios respira en sus sagradas páginas! – Thomas Reade

¡Oh, cuánto amo tu ley, todo el día es ella mi meditación!» Sal. 119:97  A la meditación y la reflexión sobre la Palabra, se debe agregar una oración ferviente para que, por el Espíritu Divino, pueda estar impregnada en nosotros y sea para nosotros un verdadero alimento del alma, saludable, nutritivo, deleitable, salvador. «Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra fue para mí el gozo y la alegría de mi corazón», Jer.15:16

«Oh Cristo viviente, Palabra viva. Tu Palabra es vida, pero no sin el Espíritu Santo. Puedo conocer este libro tuyo de principio a fin y repetirlo desde el Génesis hasta el Apocalipsis, ¡y aún así puede ser un libro muerto, y yo puedo ser un alma muerta! ¡Oh creyente, aférrate a la Escritura! La Escritura no es Cristo, pero es la clave que te llevará a Él. Sigue su guía fielmente».- Spurgeon»  Examina, medita y valora este maravilloso Libro, que contiene la perla de gran precio, Jesucristo.

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