ABRIL 20

Jesús le dijo: "Hoy ha venido la salvación a esta casa"; Lucas 19:9

Zaqueo, el pecador, fue testigo del milagro de la misericordia de Dios, a pesar de los murmuradores, que le reprochaban a Jesús que tratara con pecadores, y le da esta razón del poder y beneficio de la gracia: "Pues el Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que había perdido", Luc. 19:10, expresión llena de bondad y compasión, que concreta una de las grandes obras que vino hacer el Verbo hecho carne en la tierra.

¡Que milagro tan maravilloso es la conversión a Cristo! Nuestro Salvador, le hizo dejar su antigua manera de ser. El que ayer no era un ladrón, hoy se ha convertido en bienhechor; el que ayer era un recolector de impuestos, hoy se ha convertido en discípulo. Mientras ardía el amor de Cristo en su corazón, consumió en sí mismo al hombre antiguo para modelar en él a un hombre nuevo; ¡El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y Todas son hechas nuevas! 2Cor.5:17 En la casa de Zaqueo, desde ese día, entró la alegría, entró la paz, entró la salvación, entró Jesús. Por tanto, también nosotros podemos decir del día en que Cristo entró a nuestro corazón: "Este es el día que hizo el SEÑOR, nos gozaremos y alegraremos en él" Sal. 118:24.

"Si Cristo, con todos sus beneficios, es tuyo por la aplicación especial de Dios, ¡qué día de misericordias fue el día de tu conversión! ¡Qué multitud de selectas bendiciones visitan al alma convertida en ese día! En el día de salvación, Cristo viene al alma, y no viene con las manos vacías, sino que trae todos los tesoros de su sabiduría, justicia, santificación y redención. Tropas de misericordia, sí, las mejores misericordias vienen con Él. Es un día de singular gozo y alegría para el corazón de Cristo cuando se une y es recibido por el alma que cree; es como el día de coronación de un rey.

La coronación de Salomón, cuando la diadema real fue puesta sobre su cabeza y el pueblo clamó de gozo de tal forma que la tierra vibró, es algo pequeño en comparación con el gozo del corazón de Cristo cuando las pobres almas permiten su gobierno sobre sus vidas. Por así decirlo, ellos le coronan con gloria y honor, y alegran su corazón. ¡Qué día de gozo y alegría debería ser para nuestros corazones! ¡Cómo deberíamos vernos arrebatados con gozo al ver al Rey del cielo, con todos sus tesoros de gracia y gloria, derramando sobre nosotros libre y eternamente nuestra porción!

No es de maravillarse que Zaqueo descendiese con gozo Lucas 19:6. No es de maravillarse que el eunuco volviera a su casa regocijándose He. 8:39. No es de maravillarse que el carcelero se regocijara, creyendo en Dios con toda su casa en He. 16:34. No es de maravillarse que aquellos que se convirtieron comieran sus comidas con alegría y alabarán a Dios He. 2:41, 45. No es de maravillarse que hubiera gran gozo en Samaria en He. 8:5- 8. No es de maravillarse que leamos de ese gozo que acompaña a Cristo cuando entra en el alma, ¡cuando pensamos que en un solo día se unieron tantas bendiciones! Todos los reinos de este mundo y su gloria no pueden compararse con eso. La eternidad apenas será suficiente para bendecir a Dios por las misericordias de ese día. "Hoy ha venido la salvación a esta casa(a tu corazón)". -John Flavel

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