MARZO 8

Faraón habló a las parteras de las hebreas, una se llamaba Sifra, y la otra Fúa, y les dijo: «Cuando estén asistiendo a las hebreas a dar a luz, y las vean sobre el lecho del parto, si es un hijo, le darán muerte». Éxodo 1:15-16

Sifra y Fúa, mujeres sencillas, instruidas en la obstetricia, ignoradas y pasadas por alto, pero excepcionales y valientes por sus acciones. Fueron instrumentos esenciales en los planes de Dios, cuya facultad es sacar del mal el bien. No sabía Faraón que aquel plan para mal, Dios lo usaría para bien y que repetiría la verdad de Génesis 50:20: «Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien…para preservar la vida de mucho pueblo». Temieron a Dios y no hicieron como les mandó el rey Éx.1:17, esto las hizo partícipes de uno de los sucesos más trascendentales en la Biblia.

Mientras las feministas modernas luchan por el derecho al aborto, Sifra y Pua con ternura inigualable defenden la maternidad y la vida. Apreciaron tanto la vida de los niños por nacer, que estuvieron dispuestas a arriesgar sus propias vidas. «El temor a Dios, que es aborrecer el mal, Prov. 16:6, las impulsó a obedecer a Dios, pues no hicieron lo que Faraón quería, destruir al pueblo de Dios reduciendo su natalidad. Con su actuar se convirtieron en un ejemplo de lucha contra la cultura de muerte, el derecho al aborto y la destrucción de la familia. «Levantaron la voz por los que no tienen voz! ¡Defendieron los derechos de los desposeídos! ¡Levantaron la voz por la justicia! Prov.31:8-9.

Aprendemos que no debemos hacer mal porque un rey lo ordene. Temían al Faraón, pero temían más a Dios, el dador de la vida. Hicieron lo correcto: «Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres». Hec.5:29, fue la respuesta de Pedro y los apóstoles cuando fueron obligados a elegir entre obedecer a Cristo o a las autoridades. Aunque estamos llamados a obedecer al gobierno y honrar a los gobernantes cívicos Rom. 13:1-5, pero si el gobierno nos dice que hagamos algo que está en contra de la voluntad de Dios, debemos obedecer a Dios primero. -D.Guzik  «Si un rey teme que nazcan los niños, debe haber un gran poder en ellos; si el tirano empieza por los niños, el hombre bueno y temeroso de Dios debería empezar también por ellos». – J. Parker

Por temer a Dios, Él prosperó sus familias. Ex.1:21, esta fue la recompensa por su reverencia a Él, por su fe y posición firme y reverencia a la vida, aseguraron que el pueblo de Dios se multiplicara. Por lo tanto, Dios bendijo a sus familias. Al igual que en Egipto, hoy en el mundo muchos bebés por nacer están en riesgo. Estamos enfrentados a opiniones que se oponen a lo que Dios ha dicho, pero Dios nos ha dado un Espíritu de poder y nosotros como ellas podemos elegir lo que es correcto. Dios cuidará de nosotros y nos bendecirá cuando hagamos lo que es Su voluntad por encima de todo.

Así como Dios usó a dos mujeres humildes para destruir los planes de muerte del gran rey de Egipto. Él puede usarte, no importa que seas anónimo y débil, si temes a Dios, no solo para salvar las vidas de muchos niños, además para dar a conocer la salvación en Cristo, disuadir a muchos del pecado y multiplicar tus hijos espirituales. ¡Amen!

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