MARZO 3

Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad. Filipenses 2:13

" Es Dios el que obra". Es solo Dios. Él es todo lo que necesitamos. Nuestra tendencia es pensar que podemos hacerlo, debemos ser conscientes de que no podemos llevar a cabo esta obra sobrenatural de vivir una vida “ cristiana ” sin la Asistencia Divina. Este es uno de los pasajes más importantes de toda la Biblia acerca de cómo crecemos en la gracia, y cómo llegamos a ser a la imagen de Jesucristo".- J L Duncan

La ayuda de la gracia divina no se da para que dejemos de lado nuestros propios esfuerzos, sino para ayudarlos. Observa lo que Dios obra en nosotros: Él obra en nosotros el querer: el deseo de santidad, la resolución de dejar el pecado, la punzada de dolor porque hemos pecado, la firme resolución de no caer en ese pecado otra vez. Todo, todo es de Dios, y Aquel que dio el deseo seguramente lo cumplirá.

Aquel que te dio la voluntad no te deja ahí; Él obra en ti el poder para hacer. El poder para lograr la victoria, el poder para derribar la más alta pluma de orgullo vendrá de Él. Dios es igual a todas las emergencias, por lo tanto, no temas. Aunque tu vida interior esté sujeta a diez mil peligros, Él te dará poder para hacer lo correcto, lo justo, lo amable y lo verdadero, porque Él obra gloriosamente en ti.- C.Spurgeon

"Él obra en nosotros el querer". Es decir, no nos trata como a una máquina. Nos trata como a agentes morales que pueden decir sí y no. Él no nos va a obligar ni a forzar a ser santos. Si tú quieres, Él quiere mucho más, y tú quieres porque Él quiso antes. La voluntad de Dios quiere llevarte dentro de sí, como el viento que sopla sobre una ciudad espera recoger el humo de mil chimeneas y llevarlo en su seno a través de los cielos.-FB Meyer La misma expresión de tu voluntad va a ser apropiadamente dirigida por la de Él, para que tu voluntad sea la de Él, a menos que sepas que está mal, lo cual también es la obra del Espíritu Santo en ti.- R Stedman

Oremos por el Espíritu de Dios. No podemos hacerlo con nuestras propias fuerzas. El Espíritu debe obrar en nosotros tanto el querer como el hacer. Filip. 2:13 . Cuando el imán atrae, el hierro se mueve. De la misma manera, cuando el Espíritu de Dios nos atrae, corremos por el camino de sus mandamientos.- Thomas Watson

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