«En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo». Juan 16:33

Estas palabras de Cristo enseñan a los cristianos lo que deben esperar en el mundo: Tribulación; y, por tanto, a que deben estar preparados para ello. Muchos piensan que por seguir a Cristo se les concederá un peregrinaje tranquilo, buen clima, una trayectoria fácil libre de pruebas y preocupaciones, están muy equivocados. Jesús enseñó que alguien puede ser uno de sus siervos escogidos y, no obstante, pasar por muchas ansiedades y soportar muchos dolores. Es importante comprender esto con claridad: Seguir y servir a Cristo nunca ha eximido a nadie de los males y angustias terrenales.

Si eres creyente debes saber que mientras estés en el cuerpo tendrás tu porción de enfermedades y dolores, de sufrimientos y lágrimas, de pérdidas y cruces, de muertes y pesares, de despedidas y separaciones, de disgustos y decepciones. Cristo nunca se comprometió a que llegues al cielo sin esto. Se asegura que todo aquel que viene a Él tendrá todas las cosas relacionadas con la vida y la santidad 2 Ped.1:3, pero nunca se responsabilizó de darle prosperidad, ni riqueza, ni buena salud ni de eximir a su familia de la muerte y la aflicción. Si tu profesas ser hijo de Dios, permite que el SEÑOR te santifique a su manera.

Quédate tranquilo sabiendo que él nunca comete errores. Ten por seguro que él hace bien todas las cosas. Puede que los vientos bramen a tu alrededor y las aguas parecen anegarte. Pero no temas, Él te guiará como lo hizo con su pueblo: “Los dirigió por camino recto, hasta llegar a una ciudad habitable” Sal. 107:7. -J. C. Ryle

Cuando «parece» que todo está perdido, podemos aferrarnos a las promesas de Dios, y  estar seguros de que a través de Él tendremos la victoria. No importa cuán oscura sea la noche, no importa cuán severa sea nuestra circunstancia, no hay nada demasiado grande para Dios, porque Él ha vencido al mundo. Cuando estés en tus momentos más difíciles recuerda que Dios tiene el control. Él tiene poder sobre las fuerzas más oscuras y poderosas de este mundo. «Espera entonces problemas, pero no te desanimes por ello, porque Dios está contigo para ayudarte y fortalecerte. Él ha dicho: «Estaré contigo en la angustia; te libraré y te glorificaré» Sal.91:15.- C.Spurgeon

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