MARZO 24

Habiendo obtenido ayuda de Dios, sigo firme hasta el día de hoy…. Hechos 26:22.

Pablo había visto y sentido el peligro. Había conocido la decidida malicia de sus opositores y sus esfuerzos por quitarle la vida. Tras haber obtenido la ayuda de Dios y su protección divina, a veces con su intervención directa y otras con ayuda humana; al final de todo atribuyó su seguridad por completo a la ayuda de Dios que se interpuso y lo rescató. Aquellos que han sido liberados del peligro, se deleitarán en rastrearlo todo hasta Dios. Reconocerán Su mano y sentirán que, sea cual sea la sabiduría que hayan tenido, o lo que sea que haya sido la amabilidad de sus amigos con ellos, sin embargo, todo esto también se remonta a la providencia suprema de Dios. -A.Barnes

Todo creyente fiel debe atribuir al mismo poder Todopoderoso la continuación de la vida, la salud y la libertad deben considerarse como un don especial de Dios; y más particularmente, debemos reconocer nuestra preservación del pecado, de la apostasía y de caer en el error de falsas doctrinas como la obra misma de Dios; sin cuya bondadosa ayuda nunca podríamos resistir los asaltos de nuestro gran adversario ni una sola hora. -Nisbet

«Habiendo obtenido ayuda de Dios». Sí, este es el testimonio del gran apóstol de los gentiles. Muchos fueron los peligros a los que se vio expuesto, y muchas las dificultades que soportó, pero fue sostenido y superado por la ayuda de Dios su Salvador. De la misma manera, Aquel que fue el Ayudador del gran apóstol, es el Ayudador de la oveja más débil de su rebaño.

¡Cristiano, Jesús es tu Ayudador! Aquel que te ha redimido, no con cosas corruptibles como plata y oro, sino con su preciosa sangre,1 Ped.1:18,  sin duda te brindará la ayuda oportuna.  Acude entonces a Él, en el desempeño de tus deberes diarios, para obtener toda la sabiduría y la fuerza necesarias. En las preocupaciones y pruebas domésticas, recuerda que tu Ayudador está cerca. En cada hora de debilidad y tristeza, entrégate a su gracia sustentadora. En la hora de tu apuro, cuando la ayuda humana no te sirva de nada, aférrate a Él y escúchalo cuando te diga: «No temas, porque yo estoy contigo» Isa.41:10.

«Sigo firme hasta el día de hoy», sostenido por la ayuda de Dios y guía de Su Santo Espíritu, sigo firme amando las promesas de tu bendita Palabra, que son para mí alma más valoradas y «deseables que el oro, sí más que mucho oro refinado; y más dulces que la miel que destila del panal». Sal.19:10. Sigo firme en la fe que Cristo por su gracia me ha dado. Sigo firme buscando la presencia de Cristo y velando en oración con acción gracias, Col.4:2. Sigo firme con paciencia y amor renunciando a mi propia voluntad, enfrentando las adversidades, y llevando mi cruz cada día. Luc.9:23

Sigo firme hasta el día de hoy; «con mi alma consagrada a ti, ardiendo de amor por ti, único objeto de mis suspiros y de mis aspiraciones. Mi mayor felicidad consiste en hablar de ti y en oír hablar de ti, en escribir alguna cosa sobre tu grandeza, en conversar sobre ti, en meditar frecuentemente tu gloria en mi corazón, descansando en tu dulce recuerdo de todas las agitaciones de este mundo….»- Agustin. ¡Oh, tomar una postura tan firme, para seguir a Cristo nuestro Salvador y hacer Su voluntad todos los días de nuestra vida! Amén

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