MARZO 12

«Si fuéremos infieles, Él permanece Fiel» 2 Timoteo 2:13

Este verso muestra la profundidad de la relación entre los creyentes y Cristo; cuando fallamos, esto no significa que Dios nos rechazará para siempre. Los humanos, por naturaleza, somos propensos al fracaso; y los cristianos, aunque nacidos de nuevo, seguimos siendo humanos. Pero incluso cuando los creyentes actúan sin fe, Dios permanece fiel. Pero esto no es una licencia para pecar deliberadamente; más bien, alivia nuestra conciencia cuando fallamos, permitiéndonos regresar al Padre, arrepentirnos y comenzar de nuevo. Dios no niega a aquellos por quienes murió.

La falsa profesión de los cristianos que lo son solo de nombre, que  niegan la Deidad de Cristo, la redención por su sangre y las obras del Espíritu no hace a Cristo infiel. Toda la infidelidad del hombre no desmiente la fidelidad de Dios. Si dejamos de creer porque aquellos que parecen ser los maestros, profetas y evangelistas escogidos más exitosos  de la época, si se encuentran en un lugar alto en la estima del pueblo de Dios, pero abandonan las verdades eternas y comienzan a predicar algún otro evangelio que no es el Evangelio de Jesucristo, te ruego que no los sigas.

No permitas que ningún maestro o profeta por grande que sea, te lleve a dudar, porque el SEÑOR y Dios permanece fiel. Manténte fiel a la voluntad y al pensamiento revelados de Dios. Gloria a Dios, la incredulidad del hombre no puede hacer que Dios rompa sus promesas.- Spurgeon Cuando somos infieles la fidelidad del SEÑOR será fidelidad a sus advertencias, así como lo es a sus promesas. -W.Hendriksen

Alejémonos de las ilusiones de la vana esperanza, de todos los refugios dudosos, de todas las defensas y tesoros fugaces que la tierra puede darnos. ¡No construyamos sobre un banco de arena cuando podemos hacerlo sobre la Roca de los Siglos! ¡No confiemos en la simple riqueza, el amor de las criaturas, el éxito, para que hagan por nosotros lo que sólo el Dios Fiel puede hacer! Todas estas cosas engañan, traicionan, fallan o pasan. No son dignas de confianza.

Si nos unimos al SEÑOR que permanece fiel y aceptamos Su palabra fiel, nuestros corazones estarán tranquilos y nuestras vidas serán afirmadas en Él. En la tierra alcanzaremos una plenitud creciente y pasaremos de allí a esa perfección en el día del SEÑOR Jesús, que el Dios fiel por sus palabras, por su gran acto redentor y por sus obras presentes en nosotros, se ha comprometido a darnos. Allí podremos oír la maravillosa bienvenida que indica nuestra semejanza a Jesús en quien confiamos: «Bien hecho, buen siervo y fiel». -A.Maclaren

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