
¿Acaso hay algo demasiado difícil para el SEÑOR?” Génesis 18:14
El Señor es capaz de satisfacer todas nuestras necesidades, cualesquiera que sean. Nada es demasiado difícil para Él. Sara necesitaba aprender esta verdad. La promesa de Dios de darle a Abraham un hijo llamado Isaac está registrada en Génesis 17:21 . En el capítulo siguiente, esa promesa fue repetida al patriarca mientras hablaba fuera de su tienda con tres hombres enviados por Dios. Esta vez, Sara escuchó la conversación.
Para ella, tener un hijo a su avanzada edad era una imposibilidad, por lo que «se rió para sus adentros» Gén.18:12 La risa de Sara fue de incredulidad. Tenía la razón humana de su lado.. Entonces el SEÑOR le dijo a Abraham: «¿Por qué se rió Sara, diciendo: «¿tendré hijos siendo ya vieja?» ¿Acaso hay algo demasiado difícil para el SEÑOR?». Formó el universo de la nada mediante un simple acto de Su voluntad. Aún conserva todo el curso de la naturaleza. Él suple las necesidades de toda criatura viviente sobre la tierra. Si tan solo reflexionamos sobre el milagro de la creación, nunca nos entregaríamos a esa incredulidad que pone en tela de juicio el poder de Dios.
Como cristianos, tenemos la misma seguridad. El Dios de Abraham es nuestro Dios, y es omnipotente. Es el Creador del universo. Nada excede su poder. Ningún problema lo intimida. Ningún obstáculo es demasiado grande para Él. Todo es posible con Él. Nuestro Padre celestial está en control de cada situación. ¡Qué consuelo nos da! ¡Qué confianza nos da esta verdad! El Dios Omnisciente, Omnipresente, Todopoderoso, Creador y Soberano puede hacer cualquier cosa. Cuando presentamos nuestras peticiones a nuestro Padre celestial en oración, asegurándonos de pedir conforme a Su voluntad, Él nos asegura que nada es demasiado difícil para Él. —RW De Haan
No probamos los recursos de Dios hasta que confiamos en Él para lo imposible. Si todo es claro, obvio, fácil y presente, no se puede ejercer la fe porque nuestro conocimiento es imperfecto. Por lo tanto, si queremos tener una meta o un propósito más allá de esta vida presente, debemos confiar donde no podemos ver, puesto que «fe es la certeza de lo que No se ve» Heb.11:1 y creer donde no podemos demostrar. Cuando se pierde toda esperanza humana y la naturaleza parece atarnos con fuerza como con un destino de hierro, bien podemos consolarnos con el pensamiento: «¿Acaso hay algo demasiado difícil para el SEÑOR?»- Bush