ENERO 10

«Porque tú, oh SEÑOR, eres visto cara a cara cuando tu nube está sobre ellos; y tú vas delante de ellos de día en una columna de nube»; Números 14:14

La presencia de nubes en el cielo y las pruebas en el camino son la mejor evidencia de que estás siguiendo la columna de nube y andando en la presencia de Dios. Los discípulos tuvieron que entrar en la nube antes de poder contemplar la gloria de la transfiguración. Un poco más tarde, esa misma nube se convirtió en el carro para recibir al SEÑOR que ascendía, y todavía está esperando como el carro que traerá Su gloriosa aparición. Sin embargo, es cierto que mientras las nubes y la oscuridad lo rodean, la misericordia y la verdad siempre están en medio de ellos e irán delante de su rostro. Sal. 89:14.

El uso más hermoso de la nube fue proteger a Israel del ardiente sol. Como un gran paraguas, esa majestuosa columna extendió su dosel sobre el campamento y se convirtió en una sombra protectora del calor abrasador en el desierto. Quien nunca haya sentido un sol oriental no puede apreciar plenamente lo mucho que esto significa: una sombra contra el calor. Isa.25:4. Así, el Espíritu Santo se interpone entre nosotros y los rayos ardientes y abrasadores del dolor y la tentación. -AB Simpson

Todas las veces que las dificultades se interponen entre el SEÑOR y tu, en vez de gozar de la presencia de Dios, sufres en presencia de tus dificultades; lo mismo sucede cuando una nube se interpone entre nosotros y el sol, nos priva momentáneamente de sus rayos de luz. La nube no impide que el sol brille; pero nos impide gozar de él. Así mismo sucede cuando nosotros permitimos que las penas y dificultades de la vida oculten a nuestras almas los brillantes resplandores del rostro de nuestro Padre, que brilla con fulgor invariable en la persona de Cristo, «El Sol  de Justicia». Mal.4:2.

No hay ninguna dificultad demasiado grande para nuestro Dios; muy al contrario, cuanto mayor es la dificultad, mejor ocasión se le ofrece para intervenir, según su propio carácter, como Dios benigno y Todopoderoso.-C. Mackintosh

David dijo respecto a la nube: «Los guió de día con la nube, y toda la noche con un resplandor de fuego». Sal.78:14.Tan constante es el cuidado del Gran Pastor. La nube que era sombra de día, era luz de noche. Lo mismo es Su gracia que ha sido nuestro alivio y consuelo en nuestras penas y con suaves avisos y consejos ha calmado el corazón. ¡Que misericordia tener una nube en el día y una luz de fuego, entre los horrores desoladores del desierto de la aflicción! Nuestro Dios ha sido todo esto para nosotros, ¡y vamos nosotros a mostrarnos infieles con Él! Hemos sentido la sombra y la luz según nuestras circunstancias cambiantes han requerido. -C.Spurgeon

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