ENERO 19

“Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.” Mateo 4:3

Esta tentación a Jesús, representa los apetitos mencionados por el Apóstol Juan: Hambre de satisfacer el placer físico, hambre insaciable por todo lo que ve y hambre de satisfacer el orgullo que produce alcanzar logros y posesiones. 1Jn 2:16. Y Pablo los resumió diciendo: «No busquen satisfacer los deseos de su naturaleza pecadora». Gal.5:16. Así como el que se sobrealimenta sufre de sobrepeso, enferma y puede morir, lo mismo ocurre con «el que vive para satisfacer los deseos de la carne, habrá de morir; pero si por el Espíritu hace morir las obras de la carne, vivirá. Rom.8:13

Venció Jesús, Maestro divino esta tentación diciendo: «Escrito está: «No sólo de Pan vivirá el hombre, sino de Toda Palabra que sale de la boca de Dios», Deut.8:3, para enseñar  que de Su mano y alimentados de Él mismo, «Palabra viva», «más penetrante que espada de dos filos», el alma es apacentada en las colinas más altas, donde descansa, y come abundantes y ricos pastos». Ezeq.34:14.

 Sí, Cristo, alimenta a través de Su palabra escrita, interpretada de manera veraz y fiel con la iluminación de Su Espíritu, es la llave que abre la puerta del reino de los cielos. «El que coma de este Pan vivirá». Juan 6:50-5. Es el Maná que descendió del cielo: «Su amor y Su bondad son manifestados porque abolió la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio» 2 Tim. 1:10

Cristo, «Pan de vida» Jn 6:35, es medicina que sana todas las enfermedades del alma: «He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad». Jer. 33:6 Convierte y restaura al pecador. Sana el alma de la fiebre por deseos sexuales descontrolados, este Pan divino contiene todos los gustos apetecibles, «ustedes están completos en ÉL». Col.2:9. Sana la inflamación de la soberbia con Su humildad y paciencia. «Satisface al alma cansada, y sacia a toda alma deprimida». Jer. 31:25. Sana el cáncer de la codicia, Él que es «verdadera comida» calma el alma hambrienta por lo material y la enriquece con el río de Dios, que está lleno de aguas. Sal. 65:9  

ORACIÓN: Jesús, Pan de Vida deseable y gustoso, produces plena y total satisfacción, llévame a la casa del Banquete, que eres tú mismo. Manjar delicioso de los hijos de Dios: «Si alguno oye Tu voz entrarás en él, y cenarán juntos» Apoc.3:20. Allí, me saciaré y disfrutaré con todas las exquisiteces espirituales que ofreces a mi alma por medio de Tu Palabra. Aprenderé a amarte como debo, y guardaré tus mandamientos, pues «quien te ama Tu Palabra guardará, el Padre le amará, vendrá a él y vivirá en él».  

«Haz que mi alma tenga hambre de Ti, Pan de los ángeles, alimento de las almas santas. Pan nuestro de cada día, lleno de fuerza de toda dulzura y sabor, de todo suave deleite. ¡Oh Jesucristo, que siempre mi corazón tenga hambre de ti, que el interior de mi alma rebose con la dulzura de tu sabor. Que te desee, te busque, te halle; que a ti vaya y, a ti llegue; en ti piense, de ti hable, y todas mis acciones encamine a honra y gloria de tu Nombre, con humildad, discreción, amor y deleite, con gozo y afecto, y con perseverancia hasta el fin.

 Que Tu solo seas siempre mi esperanza, toda mi confianza, mi riqueza, mi deleite, mi contento, mi gozo, mi descanso y mi tranquilidad, mi paz, mi suavidad, mi perfume, mi dulzura, mi comida, mi alimento, mi refugio, mi auxilio, mi sabiduría, mi herencia, mi posesión, mi tesoro, en el cual esté siempre fija,firme y arraigada mi alma y mi corazón. Amén.” -Juan de Fidenza  

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