
Josué dijo: «Conságrense, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre ustedes». Josué 3:5
Por esto sabemos que el poder milagroso de Dios depende en mucho de la consagración de Su pueblo. Purifiquen sus mentes y corazones, sepárense de lo profano y de las preocupaciones del mundo mediante el arrepentimiento, la fe y la nueva obediencia. En otras palabras, prepárense con seriedad apartados en oración, para que puedan contemplar con la debida consideración, reverencia y gratitud, y puedan fijar en sus corazones las maravillas, los milagros y prodigios que el SEÑOR hará con nosotros.
No podemos santificarnos a nosotros mismos; pero con Cristo habitando en nuestro corazón, mediante Su gracia y bondadosa ayuda de Su Santo Espíritu obrando en nosotros, podemos abstenernos de pecar, de llenar nuestros corazones de las vanidades y placeres de este mundo.Todo lo que tienes, Dios te lo ha dado 1 Cor.4:7, de modo que nuestra capacidad, y poder para consagrarnos y apartarnos del mal viene del SEÑOR y como la salvación es por gracia y no de nosotros, pues es don de Dios para que nadie se gloríe Ef.2:8; por eso en lo referente a rechazar el pecado y purificarnos, podemos decir con Pablo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Fil.4:13
Si tan sólo nos consagramos todos, quitando el viejo hombre con sus obras, y vistiéndonos del hombre nuevo, renovado diariamente a la imagen de Cristo, veremos que las maravillas de Dios comienzan y nunca terminan; que el futuro sólo revelará cosas mayores y mejores que nunca antes; que los Jordanes se dividirán, y las murallas de los Jericós caerán. Entonces la Tierra Prometida quedará abierta con su abundancia inconmensurable, su aceite y su vino, su trigo y su miel, sus reservas preciosas y valiosas. FB Meyer
El SEÑOR desea manifestar su poder, su gloria y sus maravillas entre nosotros, pero para que podamos experimentar mucho más Su mano poderosa obrando en medio nuestro, debemos guardar nuestros corazones del pecado, y andar como hijos de luz Ef.5:8 Dios aún tiene mucho más para tu vida, Él desea bendecirte y regalarte milagros y experiencias sobrenaturales, por tanto, consagrate al SEÑOR, porque Él mañana hará maravillas en tu vida».
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