
¡Vean a Dios, mi Salvador! Puedo estar confiado y sin temor alguno, porque el SEÑOR es mi fortaleza y mi canción; ¡Él es mi Salvador! Isaías 12:2
Miren al SEÑOR de la Salvación. Trae la salvación y viene con ungüentos y con gloria. Es inconcebible un Jesús sin salvación, como lo es un Cristo sin unción y un Hijo de Dios sin gloria. Él es la salvación; ¡Él es mi Salvador! Él es la unción y la gloria, como está escrito: El Hijo sensato es la alegría del padre. Prov.15:20
¡Habitantes del mundo escuchen! El médico se acerca a los enfermos; el redentor, a los esclavos; el camino, a los extraviados; la vida, a los muertos. Ha venido al mundo el que arroja todos nuestros pecados al fondo del mar Miq. 7:9, el que cura toda enfermedad espiritual, el que nos lleva en sus mismos hombros para devolvernos nuestra propia y original dignidad. Su poder es enorme, pero su misericordia es todavía más admirable, porque quiso venir a mí, con la eficacia de su medicina.
Dichosa el alma que ha gustado del fruto de la Salvación, porque le atrae y corre tras el olor de los perfumes para contemplar su gloria, gloria del Hijo único del Padre. Jn.1:14 Anímense los que se sienten desahuciados: «Jesús vino a buscar lo que estaba perdido» Luc.19:10. Fortalezcanse los que se sienten enfermos: Cristo viene para sanar a los oprimidos con el ungüento de su misericordia. Regocíjense todos los que sueñan con altos ideales: el Hijo de Dios baja hasta ustedes para hacerlos partícipes de Su reino. Por eso imploro: Sáname, SEÑOR, y quedaré sano; sálvame, y quedaré a salvo; Jer.17:4. Y mi alma bendecirá al SEÑOR, y todo mi ser su santo nombre, cuando perdones todas mis iniquidades, sanes todas mis enfermedades y sacies de bienes mi boca. Sal.103:1-5
Estas cosas, saboreo en mi alma cuando oigo la buena noticia de que Jesucristo, el Hijo de Dios, ha venido al mundo para salvarme y darme vida eterna. ¿Por qué le llamamos Jesús? Únicamente porque salvará a su pueblo de Todos sus pecados. Mat.1:21 ¿Y por qué le llamamos Cristo? «Porque el yugo será destruido por causa de Su unción» Isa.10:27 ¿Por qué el Hijo de Dios se hace hombre? Para que los hombres se vuelvan hijos de Dios. Si Jesús es el que perdona, ¿quién se atreverá a condenar? Rom. 8:34.
Ha brillado entre nosotros el día nuevo de la redención, el de la renovación y de la dicha eterna. Este es el día que hizo el SEÑOR; festejemos y alegrémonos, Sa.118:24, porque si creemos en Él, mañana saldremos. ¿De dónde? Del calabozo de este siglo, de la prisión del cuerpo, de los grilletes de la necedad, de la vanidad y del placer. ¡Oh alma mía!, tú eres de arriba; Busca las cosas de arriba donde Cristo está sentado a la Derecha de Dios Col. 3:1. Pues mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí Gál.2:20. – Bernardo de Claraval