DICIEMBRE 27

«Busquen, y hallarán». Mateo 7:7

Los elementos principales de los devocionales personales son la meditación en la palabra y la oración a Dios. La meditación alimenta el alma con la Palabra y la prepara para la oración. Las oraciones deben salir de corazones saturados de Escritura. Cuanto más poderoso es uno en la Palabra, más poderoso será en la oración. – W.Gurnall  Orar las Escrituras es una de las formas principales de beber del agua de la vida, evitar distracciones y aquietar la mente.

Vuelve tu corazón a la presencia del SEÑOR. Y te vuelves a Él por la Fe, pues sin fe es imposible agradar a Dios Heb.11:6. Mediante la Fe cree que has venido a la presencia de Dios. Entiende que “el reino de Dios está en tI” Luc. 17:21 No busques el reino en ningún otro lugar sino allí, dentro. ¡No hay nada en este universo que sea más fácil de obtener que el disfrute de Jesucristo! ¡EL SEÑOR está más presente para ti, de lo que estás para ti mismo! Además, el deseo del SEÑOR de darse a ti, es mayor que el deseo tuyo de asirte de Él.  

Al “orar las Escrituras”, no leas rápido; lee muy despacio. No te muevas de un pasaje a otro, hasta que hayas captado el verdadero sentido de lo que has leído. Sumérgete en las profundidades mismas de las palabras que lees, hasta que la revelación, como un aroma dulce, rompa sobre ti. Entonces toma esa porción de la Biblia que te ha tocado y conviértela en oración.

 La Palabra nos ordena «orar sin cesar» 1 Tes. 5.17 y «orar en todo tiempo» Ef. 6:18. Y la única manera en que podemos vivir en la presencia de Dios en una ininterrumpida comunión con Él, es por medio de la Oración. Y la oración que te mantiene allí en todo tiempo; que se puede experimentar bajo cualquier condición, en cualquier lugar y en cualquier momento. Es la oración que comienza en el corazón, esta no viene de nuestro entendimiento ni de nuestros pensamientos, porque nuestra mente es muy limitada. Por medio de esta  oración, de este experimentar a Jesucristo en lo recóndito de ti, puedes vivir mediante Dios mismo con menos dificultad y con menos interrupción, que respirar.-Madame Guyon

 Oh, Jesús santo, eres Tú solo el que amas a los sencillos e inocentes. Tú dijiste: “Mis delicias son con los hijos de los hombres” Prov. 8:31, y con todos aquellos que están dispuestos a venir a ser “como niños”. Mat. 18:3, Tú eres el único que produces así el querer como el hacer por tu buena voluntad en nosotros Fil.2:13, de buscar tu presencia, y así poder hallarte en lo profundo de nuestro ser, disfrutar de ti más que de nada en este mundo y experimentar todo lo que Tú estás tan dispuesto a darnos. Tú puedes hacerlo, y sé que lo vas a hacer para alabanza de tu gloria por siempre. Amen.

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