
«Encomienda al SEÑOR tu camino, Confía en Él, que Él actuará». Salmo 37:5
«Encomienda al SEÑOR tu camino». Entregale enteramente al SEÑOR por medio de la oración y con fe, tu camino, tu dolor, tus imperfecciones morales, tus perplejidades mentales, tus preocupaciones y circunstancias temporales, cualquier propósito puro, cualquier ambición digna, cualquier deber, cualquier cosa que tengas que hacer, cualquier camino camino tengas que recorrer, todas tus entradas y salidas.
En otras palabras; depende totalmente del SEÑOR para la dirección y el éxito en todas tus empresas y asuntos; aliviando tu mente hacia Él por medio de la oración, y entregándote por fe a Su total cuidado: «Deja tus preocupaciones al SEÑOR, y Él te mantendrá firme», Salmo 55:22.Vive en Dios; encuentra tu deleite en contemplar Su naturaleza y Sus obras; deja sobre Él la decisión de tus elecciones de vida; confía en Él para suplir todas tus necesidades, Él trabaja en tu favor. ¡Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, Pues de Él viene mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, Mi refugio! Salmo 62:5
Los incrédulos se encomiendan a la razón; otros a sus capacidades,a los hombres, otros al impulso; y otros a la pasión. Pero Dios es el único verdadero guardián del camino de aquel que ha encomendado su vida y su alma a Él. Ten presente que Dios no está demasiado ocupado, como piensan algunos escépticos, Él está dispuesto a dirigir tu vida que has encomendada a Su cuidado. ¡Cuán dramáticamente se contrasta esta imagen con el feliz y tranquilo hijo de Dios que confía en Él, con el malvado y sus pastos estériles que parecen fatalidades abrasados por el calor, o delgadas columnas de humo que se desvanecen en el aire! Alma mía «Encomienda al SEÑOR tu camino».- FB.Meyer
Confía en Él, que Él actuará; La fe es la disposición más noble del alma y es un antídoto para la ansiedad. Tiene una influencia elevadora sobre el carácter moral de quienes la ejercen. El SEÑOR es digno de la confianza de los hombres. Es omnipotente y no puede fallar. Él es fiel y nunca te abandonará. Por lo tanto, los buenos pueden confiarle su vida, sabiendo que Él ordenará todo para su máximo bienestar espiritual. No confíes en el hombre, ni siquiera en ti mismo. La confianza en Dios también debe ir seguida de un esfuerzo apropiado; sólo los que «hacen el bien» tienen derecho a esperar la ayuda divina.
» Confía en el SEÑOR, No te preocupes. Un espíritu preocupado pronto viene a ser un espíritu enojado, irritable. Pase lo que pase, ¡solo entrégalo al SEÑOR en oración! Confía en Él, que Él actuará, sobre Todo lo que le encomiendas. Él se encargará de tus intereses, no permitirá nada para dañarte. Si es algo perjudicial, lo suprimirá. Si se trata de algo que contenga un servicio útil, lo adaptará a tu necesidad. Ésta es la medicina para la preocupación; «Encomienda al Señor tu camino, Confía en Él, que Él actuará;». -JH Jowett
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