SEPTIEMBRE 26

El Fruto del Espíritu es... PACIENCIA Gálatas 5:22

La paciencia es un fruto del Espíritu Santo en el cristiano que ha aceptado el regalo de la salvación. Solo la obtenemos cuando el Espíritu Santo obra en nosotros. La paciencia tiene su origen en Dios porque "El Señor es compasivo y misericordioso, LENTO PARA ENOJARSE y grande en amor" Sal.103:8. La paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse, siempre tiene puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la Fe, Heb.12:2; esto es lo que hace el Espíritu Santo, lograr que no nos enojemos fácilmente ante la provocación, sino que hace que nuestra alma creada a la imagen y semejanza de Dios sea lenta para airarse.

La Paciencia, revela nuestra Fe en la omnipotencia, el amor de Dios y su voluntad para nosotros buena, agradable y perfecta. Dios ejercita el músculo de nuestra Fe en Él, a través de la paciencia adquirida por medio de las aflicciones: "La tribulación produce paciencia"; la paciencia carácter probado; y el carácter probado, esperanza. Rom.5-3. La paciencia es la virtud de saber sufrir y tolerar las contrariedades y adversidades con fortaleza sin quejarse, la paciencia dada por el E. Santo, cree sin darse por vencida en lo que Dios ha dicho, aunque la razón y las circunstancias digan: "es imposible".

Así, Abraham, creyó contra toda esperanza, y esperó, llegando a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho. Ante la promesa divina, no cedió a la duda con incredulidad; no se miró su edad, de 100 años, ni la esterilidad de Sara, más bien, fortalecido en su Fe, dio gloria a Dios, con el pleno convencimiento de que Poderoso es Dios para cumplir lo prometido, Rom. 4:18-21. Así, la fe puesta en el SEÑOR hace que la Paciencia dada por el E. Santo, persevere con calma, crea sin vacilar que lo que Dios ha dicho se cumplirá. Y a fin de que no seamos negligentes espiritualmente, sigamos el ejemplo de aquellos que por la Fe y la Paciencia heredan las promesas. Heb. 6:12.


La Paciencia y el Perdón están unidos bíblicamente: "Vivan con toda humildad y mansedumbre, con Paciencia, sopórtense unos a otros en amor", Ef.4:2.El creyente nacido de nuevo en Cristo, vive lleno de los frutos del Espíritu Santo: Amor, humildad y bondad; es paciente y por tanto el perdón en su corazón fluye fácilmente, sin importar cuán grande sea la ofensa. "Sopórtense unos a otros, y perdonen a Todo el que los ofenda. Así como el SEÑOR los perdonó, perdonen también ustedes" Col.3:13. Muestra la misma paciencia y amor a perdonar a tus ofensores, como Cristo la ha mostrado contigo. Recuerda: "No vengarse es ser semejantes a Dios". -Crisóstomo


La paciencia es el contraste del enojo: Pablo dice: "Enojense pero no pequen", Ef.4:26, es decir, enojense contra lo malo, pero amen y perdonen al que los ofende. Aunque Jesús está en contra de todo pecado e injusticia, ama a los pecadores. También ama a los fariseos y religiosos, pero su hipocresía y malicia le provoca ira, por eso se refiere a ellos con duras palabras diciendo: "¡Camada de víboras! ¿Cómo pueden hablar cosas buenas siendo malos? Mat.12:34. "¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán del juicio del infierno? Mat.23:33.

También se enojó mucho con los hipócritas que convirtieron Su templo en un centro de negocios, ya que la codicia disfrazada de santidad es una de las cosas que Él mira con mayor indignación, por eso "Volcó las mesas de los que cambiaban dinero a la gente, y los puestos de los que vendían..." Mat.21:12-13. Jesús aunque se enoja, su propósito es expulsar de nuestro corazón los malos deseos, todo amor al dinero, y avaricia que es idolatría Col.3:5. Expulsar los que toman el Evangelio o la piedad por ganancia personal, (1 Tim.6:5), que trafican con ellos como mercancías expuestas a la venta sirviendo a los fines de la codicia, profanando así Su casa, Su templo, que es nuestro corazón.

Dijo Jesús: "Aprendan de mí, que soy manso(Paciente) y humilde de corazón; así encontrarán descanso", así hallarán paz; la persona con ira y odio no tiene paz; "no hay paz para el malo" Isa 48:22. "Da lugar al diablo" Ef.4:27, con todas sus intrigas. Quien retiene la ira, retiene al diablo y todo lo malo. "No es suficiente que un hombre crea para asegurarse la liberación de la ira de Dios; debe buscar diariamente alcanzar tal parecido con Jesús que haga que los hombres lo recuerden y de esto se encarga el E. Santo, si no lo ofendemos de pensamiento, palabra y obra".- FB Meyer Porque el Fruto del Espíritu es... PACIENCIA

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El fruto del Espíritu es Paciencia Gálatas 5:22 - 2a.Parte

Oración Pidiendo Paciencia y perseverancia: SEÑOR, enséñame a perseverar hasta el final. Dame la gracia de una paciencia esperanzada, valiente, firme y militante. Haz que yo triunfe en tus inspiradoras fuerzas por encima de todas las circunstancias hostiles. No quiero un camino más bajo, más despejado, más suave, o más corto. Más bien te pido una mente noble, un estado de ánimo heroico, un paso que no desmaye, un alma elevada, un corazón con gran fe y alta resolución. Una transfiguración interior es mejor que una exterior.

Que yo prevalezca en tu nombre sobre aquellos que me persiguen y me provocan. Que yo considere que, hasta el más amargo antagonista, es un mensajero enviado por el Rey de reyes para ejecutar su mandato y realizar su propósito. Entonces tendré una canción en mis labios, incluso en las noches más tenebrosas y las mazmorras más temibles. Que yo gane la victoria por tu gracia sobre los fracasos y la falta de un éxito claro. Debo hacer la obra de aquel que me ha enviado mientras aún es de día. Debo glorificarle en el mundo, incluso si no se me permite llevar a casa ninguna gavilla de la cosecha ahora mismo. El arco roto debe contentarme hasta que Él me permita ver la obra perfecta.

Que yo venza por tu amor a los retrasos que Dios disponga. Clamo a Él sin parar. Lucho con Él, pero la respuesta no llega a mi espíritu que se cansa en la espera. Es difícil de soportar, y es duro perseverar en oración. Pero la paciencia me asegura que mi Padre tiene algún motivo sabio y lleno de gracia, una razón que, en su momento, quedará clara para mí. Cuando la conozca, elevaré mi canción. Anhelo la paciencia de una fe imperturbable en ti, la paciencia de una esperanza hasta que las sombras por fin se vayan. -Alexander Smellie