SEPTIEMBRE 18

"Ven conmigo desde el Líbano. Mira desde la cumbre de Amana, Desde la cumbre de Senir y de Hermón, Desde las guaridas de los leones, Desde los montes de los leopardos". Cantares 4:8


Cristo llama a la Iglesia, la Esposa del Cordero, desde el Líbano, la buena tierra, Deut. 3:25, a alejarse de las guaridas de los leones y los refugios de los leopardos en las montañas que son lugares muy peligrosos, de donde el Amado quiere sacar a su amada, la iglesia, para que deje toda asociación con los hombres malvados que es peligrosa, dañina y mortal, para venir con Aquel en quien se encuentra la verdadera felicidad y el verdadero goce. Por eso Jesús invita a su esposa diciendo: ¡Ven conmigo! Ven a mí, escapa de esas guaridas de leones y leopardos, sal del dominio del maligno, que ha sido vencido con mi poder y mi obra en la Cruz.


¡Ven conmigo! Desde la cumbre de los montes mira de donde te he sacado, para transformarte en mi esposa. Has dejado el viejo hombre, con todas sus fieras, leones y leopardos, para renacer a una vida nueva. 2 Cor.5:17 Ven participa de mi reino, que consiste en justicia, gozo y paz en el Espíritu. Rom.14:17. Ven conmigo desde la cumbre de los montes, es un llamado para dejarlo todo: "Llevaron entonces las barcas a tierra, y lo dejaron Todo para seguir a Jesús". Luc.5:11. Es un llamado a apartarse para subir al monte de Dios, que es la cima de la vida interior, una vida de oración, sumergida en Él, habitando al abrigo del Altísimo y morando bajo la sombra del Omnipotente. Sal.91:1-2 en paz y alegría.

Allí nuestro amado nos espera, le buscamos en la soledad, en el silencio, lejos del bullicio y de toda distracción de este mundo. Allí somos rehechos por el Espíritu Santo en la imagen del Hijo, y nos ofrecemos como un sacrificio de alabanza al Padre en amor y entrega de nosotros mismos. Allí el SEÑOR se revela a nosotros en su fulgor, invitándonos a ir con Él para que permanezcamos en su presencia donde hay plenitud de gozo, y dicha eterna a Su diestra. Sal.16:11 - Steven Scherrer


¡Qué importante es la reflexión sobre la Palabra, para guardar esta bella orientación en un espíritu de oración y adoración, extasiados en el gran misterio de nuestra relación de amor con el SEÑOR!