SEPTIEMBRE 10

Esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos". 2 Corintios 1:9


La fe puede vivir alimentándose de Dios cuando hay hambruna en toda la creación. La paz de Dios guarda el corazón cuando nos sorprenden los temores y la tribulación. Así como la fe disfruta de Dios en todas las cosas en la mayor abundancia, también puede disfrutar de todas las cosas en Dios, aún en su más profunda necesidad. Pablo describe sus problemas en Asia:"Estábamos tan agobiados bajo tanta presión que hasta perdimos la esperanza de salir con vida". 2 Cor.1:8 "Pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos". Si Dios puede resucitar a los muertos, puede vencer hasta la mayor dificultad. Puede dar vida a hombres muertos, vida a esperanzas muertas, y levantar nuestras expectativas de la tumba de la desesperación. Puede dar vida a los huesos muertos y a la Fe muerta.


Somos criaturas orgullosas y llenas de confianza en nosotros mismos, pero Dios, por extrañas e inesperadas providencias, cubre nuestro camino con espinos. Nos pone bajo sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en aquel que resucita a los muertos. ¡Quien puede ayudar cuando estamos a punto de morir! Nos pone a prueba hasta la desesperación, forjando en nosotros una sensación de total impotencia. Nos muestra lo niños y necios que somos en confiar en nosotros mismos, para que no conozcamos nada sino a Dios. ¡Ve adelante en las fuerzas del SEÑOR. La vida de Fe es la única vida segura. Sus fortalezas son inexpugnables. Confía siempre en el SEÑOR, porque en Él está la fortaleza eterna. -Thomas Case

¡Atrévase a creer, como Pablo, que Dios ha librado, libra y librará! Liberaciones pasadas, presentes y venideras se mezclan en este dulce verso: "Él nos libró, y nos libra, y aún tenemos la esperanza de que Él seguirá liberándonos de tal peligro de muerte"2 Cor.1:10. Lo que ha hecho, lo hace ahora y lo hará. Sólo asegúrate de tener la sentencia de muerte en ti mismo, y salir de ti mismo hacia Dios, en quien está toda la ayuda necesaria. -FB Meyer

No debemos confiar en nuestra propia sabiduría o poder para eludir los designios de nuestros enemigos, ni considerar simplemente las probabilidades humanas; pero en los peligros más grandes y extremos, aprendamos a depositar una alegre confianza en el poder y la providencia de ese Dios que, a su propia voluntad, resucita a los muertos con su omnipotente palabra. Cuán bienaventurado es cuando un hijo de Dios puede vivir así por Fe y adherirse a Jesús, cuando todo consuelo en el hombre y en nosotros mismos parece hundirse bajo los pies.- Joseph Benson