OCTUBRE 13

"Jacob siguió su camino, y le salieron al encuentro ángeles de Dios. Y dijo Jacob cuando los vio: Campamento de Dios es este;" Génesis 32:1

Los ángeles salieron al encuentro de Jacob en aquel momento fue, sin duda, porque estaba rodeado de grandes preocupaciones, ellos habían dejado el cielo y habían descendido para acompañarlo. y el campamento apareció cuando Jacob sentía un gran temor. Su hermano Esaú venía a su encuentro armado hasta los dientes, iba por su vida. En los tiempos en los que nuestro peligro es mayor, si somos verdaderos creyentes, estaremos especialmente bajo la divina protección, y los ángeles de Dios saldrán a nuestro encuentro y nos daremos cuenta que es así. Este será nuestro consuelo a la hora de la angustia.

Un campamento quiere decir un número considerable, mostrándose como infantería, querubines y serafines, y hombres y mujeres santos. "Le salieron al encuentro ángeles de Dios" con un plan y un propósito. Estas fuerzas invisibles se vuelven visibles para la fe; y no hay duda que son enviados para protegernos de todo mal. Los creyentes verdaderos son los ángeles de Dios en la tierra, como los ángeles son sus ejércitos arriba. Dios los enviará con sus encargos para consolar y sustentar a sus siervos en sus tiempos de necesidad. Nosotros somos los hijos y las hijas del SEÑOR Dios Todopoderoso, y estos seres ministradores tienen una misión con nosotros; como está escrito: "En sus manos te sostendrán, para que tu pie no tropiece en piedra." Sal.91:12

Los ángeles son únicamente los servidores de Dios para cumplir sus órdenes. Si mi confianza está puesta en Él, que es mi Padre, y en Jesucristo que se ha convertido en el hermano de mi alma, y en el Espíritu Santo que mora en mí conforme a Su propia palabra, ¿por qué frustrarme si no veo ningún ángel? Después de todo, ver a un ángel consiste en el hecho de que la presencia del SEÑOR en los creyentes es más cierta y constante que la presencia de ángeles y de santos. Sí, la presencia del Señor Jesús es la estrella de nuestra noche y el sol de nuestro día, la cura de la preocupación, la fortaleza del servicio, y el alivio del dolor. El cielo en la tierra para nosotros es que Cristo esté con nosotros, y el cielo allá arriba es estar con Cristo.

Bienaventurados los que no han visto y han creído. "Porque por Fe andamos, no por vista;" 2 Cor.5:7, y en esa Fe llena de gozo descansamos, esperando que en el tiempo y hasta la eternidad, el poder de Dios será con nosotros, ya sea visiblemente o de manera invisible, por hombres o por ángeles. Su brazo estará levantado por nosotros, y Su diestra nos defenderá. Sí, oh heredero de gloria, los seres brillantes vendrán a tu encuentro, y serás guiado a la presencia del Eterno por esos relucientes cortesanos del cielo. Ten ánimo: si no ves los campamentos de Dios ahora, los verás en el más allá, cuando llegues al Jordán, y lo atravieses rumbo a la tierra prometida, el cielo. -C. Spurgeon


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