NOVIEMBRE 30

«Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» .Mateo 18:20

La Iglesia ideal no es la Iglesia más grande, ni la más numerosa sino la Iglesia semejante a Cristo. Dios no cuenta cabezas; él pesa corazones. La fuerza numérica fomenta la forma menos espiritual de valorar el trabajo cristiano y estimar el progreso de la Iglesia. La Iglesia de dos miembros no debe ser calificada como débil, si están unidos en oración humilde y sincera como Elías, representan más que una catedral llena de fieles apáticos. La reunión de oración de solo dos es aquí recomendada por Cristo, aunque se reduce al mínimo numérico, puede emitir resultados incalculables. — W.F.A

Hoy existen mega iglesias, edificios grandes, lujosos, que atraen y congregan a muchos. Son vistas como símbolos de crecimiento, éxito y  prosperidad. Centradas en el crecimiento numérico, citan con orgullo sus cifras como prueba de su relevancia espiritual, expansión del reino del reino de Dios y éxito. Pero, detrás de este deseo de ganar miles de almas, está escondido el interés de obtener recursos económicos, y muchas ventajas materiales principalmente para el líder. Usando técnicas de marketing, para estos el Evangelio de Cristo y su obra en la Cruz es considerado una mercancía. Esta ambición desmedida ha llevado a fallos morales, liderazgo autoritario, a convertir iglesias en fortines políticos que nombran gobernantes, escándalos, problemas legales y hasta prisión.

 ¡Qué idea tan equivocada es ésta, que si podemos reunir suficiente gente para orar tendremos bastante poder para corregir las cosas que están mal en nuestras vidas, y  en el mundo! Nada podría estar más lejos de la verdad. El poder de la iglesia no descansa en sus números, su estatus, su riqueza, su dinero, su posición. El poder de la iglesia radica en la presencia de Jesucristo y su Santo Espíritu «en medio de ellos», aunque solo sean dos o tres impulsados por el mismo Espíritu, para hacer todo según Su voluntad, restaurar sus vidas y hogares, avivar sus oraciones, guiar sus decisiones, planes, proyectos y responder a sus peticiones.

 ¡Qué espectáculo para Cristo presentan algunas iglesias que profesan ser cristianas! ¡Cómo debe aborrecer Él su mundanalidad,egoísmo, orgullo, codicia, y las muchas abominaciones que están cubiertas con un nombre cristiano! Cristo lo ve todo, ningún miembro, ningún carácter, ninguna práctica, ningún pensamiento, palabra, deseo o sentimiento escapa de Su ojo. Ten presente ¡Cristo te ve! -J. Basley.

La iglesia verdadera de Cristo, sin considerar su nombre o afiliación, está conformada por creyentes llenos del Espíritu y centrados en Cristo, su fe, conducta, enseñanza, doctrina y oraciones, están basadas totalmente en la maravillosa y bendita palabra de Dios, para cada ocasión y situación responde como Jesús: «Escrito Está». Jesús recomienda la reunión de dos o tres congregados en Su nombre, y promete estar allí en medio de ellos».

Si estás en una iglesia donde hay mucha asistencia, donde se hace más énfasis en el dinero, pero muy poco en Cristo su poder salvador y su Evangelio, el SEÑOR te dice: «Son hombres que aparentan ser muy devotos, pero con sus hechos(avaricia, egoísmo, orgullo, falsa doctrina) niegan el verdadero poder de la devoción al SEÑOR. No tengas nada que ver con esa clase de gente». 2 Tim.3:5 No tengas contacto con ellos como si fueran cristianos, no te asocies con ellos. ¡Sal de en medio de ellos y apártate!…Y yo te recibiré! 2 Cor.6:17

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