Dulce será mi meditación en las glorias, excelencias y perfecciones de su persona; en su obra como mediador, rey, sacerdote y profeta. Dulce será mi meditación en Él como mi salvador y redentor, y en las obras de su creación. Dulce será mi meditación en su palabra, las verdades benditas y las doctrinas de la misma; en sus dispensaciones providenciales, en su amor y gracia para con su pueblo. Si te falta motivos para obtener dulzura de este verso: Piensa que Él te ama, y que si no hay nadie más en el cielo o en la tierra que te ame, aunque parezca inconcebible, es verdad. No pienses en ti, sino que piensa en tu SEÑOR; o, si piensas en ti, por cada mirada que des a tu yo, da el doble de tiempo a Cristo. Entonces tu meditación en Él será dulce.
Si estos motivos no son suficientes quiero que busques obtener dulzura de este pensamiento: "Él me ama." Creyente, debes decirte: "si no hay nadie más en el cielo o en la tierra que me ame, sin embargo, Jesús me ama, es casi inconcebible, pero es verdad." No pienses en ti, sino que piensa en tu SEÑOR; o, si piensas en ti, por cada mirada que des a tu yo, da el doble de tiempo a Cristo. Entonces tu meditación en Él será dulce.
Dulce será mi meditación en la vida de Cristo. Esa sencilla vida de Cristo, de Nazaret al Gólgota, es una vida de insondables profundidades; y entre más meditemos en ella, más dulzura encontraremos. Piensa en su condición de hombre. Él es de una naturaleza como la tuya; con la única excepción que no cometió pecado. Regocijate que tenga una afinidad tan intensa contigo, y que tú tengas una afinidad tan intensa con Él. Él es tu Hermano, aunque Él es también el Príncipe de los reyes de la tierra. Él es tu Esposo, hueso de tus huesos y carne de tu carne, aunque Él es también "Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos."
¡Oh, piensa en Su identificación contigo si eres pobre, pues Él padeció hambre; Su identificación contigo si estas cansado, pues Él, "cansado del camino, se sentó así junto al pozo;" Su identificación contigo si tienes que enfrentarte con el enemigo para contender por tu vida; La fe en Él te da la victoria; pisotearás a Satanás bajo tus pies antes que la batalla esté concluida, de la misma manera que Él lo ha hecho. Su identificación contigo si estas en aflicción y sumido en la oscuridad y en valle de sombra de muerte, y clamar: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?"
"Dulce será mi meditación en él," es especialmente cierto de Cristo en la Cruz del Calvario. Aquí contemplo la expiación consumada, la satisfacción ofrecida, la justicia honrada, la gracia expuesta, y el amor pugnando, sangrando, contendiendo, conquistando. En la muerte real de Cristo en la cruz, veo la seguridad de Sus elegidos a quienes Él ha comprado con Su preciosa Sangre. En su muerte en la Cruz veo el fin del reino del mal, la herida en la cabeza de la antigua serpiente. Veo la grandiosa roca sobre la que el reino de Dios es establecido sobre un seguro cimiento sellado con la sangre de Cristo. Entonces, se encienden nuestros corazones y nuestra meditación en Jesucristo es dulce, cuando lo contemplamos en la Cruz llevando todos nuestros pecados, nuestras enfermedades, y sufriendo nuestros dolores!
Cuando esté en mi lecho de muerte, cuando mi corazón y mi carne desfallezcan, dulce será mi meditación en Él. Cuando no tenga otra cosa en qué pensar sino en mi SEÑOR y en la condición eterna, entonces los pensamientos sobre Él dejarán entrar en mi corazón el gozo del cielo, y estaré ansioso por alzar el vuelo y partir. No temeré los dolores, ni los gemidos, ni la batalla de la muerte; porque la dulzura de "mi meditación en él" me harán olvidar toda su amargura. - C.Spurgeon Cuando la vida, la fuerza y la voz falten, mientras mi corazón palpite y la memoria permanezca, Jesús será mi dulce meditación. Su nombre brotará de mis labios con mi último aliento tembloroso. ¡Oh! ¡precioso Jesús! si la misericordia no es demasiado grande para pedirla, sea ésta la última bendición tanto del que ahora escribe como del que lee. -Amén.
Devocional Evangelio del Cielo 