AGOSTO 29

"Me está guardada la corona de justicia". 2 Tim. 4:8.

Pablo sabía que su partida estaba cerca. Revisa el pasado y contempla lo que vendrá. Y, bajo la seguridad consciente de la unidad y el interés en Cristo, triunfa, "habiendo peleado la buena batalla de la fe, he permanecido fiel". 2Tim.4:7 El creyente es justificado gratuitamente por los méritos de Cristo a través de la Fe. Y tanto la batalla de la fe, como permanecer fiel, son en Cristo y de Cristo. Pablo no habla de sus buenas obras, de sus muchos servicios y trabajos, o de sus muchos sufrimientos. Sabía bien que estos no añadían ni un átomo a su aceptación ante Dios. "No por obras para que nadie se gloríe", Ef. 2:8.Cristo, y solo Cristo, fueron los triunfos de Pablo.

Pablo no le llama corona, ni corona de gloria, sino "corona de justicia", sin duda, debido a que Cristo la obtuvo de manera gratuita en la Cruz a precio de Su Sangre Preciosa. Reconoce que "la corona de justicia que le está guardada", no fue por sus propios méritos sino que proviene totalmente del don gratuito de Dios en Cristo. Bernardo dijo al respecto: "Lo que no puedo obtener por mí mismo, me lo apropio con confianza del costado traspasado del SEÑOR, porque está lleno de misericordia. Mi mérito, por lo tanto, es la misericordia de Dios. No soy pobre en méritos mientras Él sea rico en misericordia. Pues si es grande la misericordia del SEÑOR, Sal 119:156, yo tendré abundancia de méritos. ¿Y qué es de mi justicia? ¡Oh SEÑOR me acordaré solamente de tu Justicia. De hecho, tu justicia es también la mía, porque tú eres para mí justicia de parte de Dios, 2 Cor.5:21, 1 Cor.1:30

"Oh tú que dudas, tú que dices: "temo que nunca entraré en el cielo", ¡no temas!, ¡todo el pueblo de Dios entrará allá! No temas perder tu herencia", hay una corona en el cielo que el ángel Gabriel no podría usar, una corona que sólo va bien a tu cabeza. Hay un trono en el cielo que el apóstol Pablo no podría ocupar, pues fue hecho para tí, y lo poseerás.
¡Oh cristiano, qué gozoso pensamiento! Tu porción es segura: "Queda un reposo para el pueblo". Pero dices: "¿hay posibilidad de que lo pierda?". No, ese reposo está asegurado. Si eres un hijo de Dios, no lo perderás. Es tan ciertamente mío como si yo ya estuviese allí.

....Ten presente, pues, que si tú pudieses andar a través de la ciudad eterna, verías escritas en una de sus tantas mansiones las siguientes palabras: "Esta corona de justicia es para Fulano de Tal; reservada sólo para él. Su poseedor será llamado algún día para vivir eternamente con Dios". ¡Oh tú que dudas!, mira la hermosa herencia: es tuya. Si crees en el SEÑOR Jesús, si te has arrepentido de tus pecados, si tu corazón ha sido renovado, entonces tú eres parte del pueblo del SEÑOR. Hay un lugar, una corona de justicia especialmente reservada para ti. Ningún otro podrá tomar tu porción, pues ella está reservada en los cielos especialmente para ti; tú la poseerás dentro de poco tiempo, pues en la gloria no habrá tronos desocupados cuando todos los elegidos se reúnan allá". C. Spurgeon


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