MAYO 9

«¡Demos gloria al SEÑOR, porque su misericordia es eterna!» 2Cron.20:21  

Este es un emotivo relato de una batalla ganada en Oración, Josafat recibió la noticia de que una gran multitud avanzaba contra él desde el otro lado del mar. Se dio cuenta claramente de la situación y presentó al «¡Demos gloria al SEÑOR, porque su misericordia es eterna!» 2Cron.20:21 Este es un emotivo relato de una batalla ganada en Oración, Josafat recibió la noticia de que una gran multitud avanzaba contra él desde el otro lado del mar. Se dio cuenta claramente de la situación y presentó al SEÑOR su problema. La suya fue una oración de humildad y reconocimiento del poder de Dios: " Nosotros no tenemos la fuerza suficiente para enfrentar a ese gran ejército que viene a atacarnos. ¡No sabemos qué hacer, y por eso volvemos a ti nuestra mirada!»2 Cron.20:12 No tenían la vista puesta en lo grande de la dificultad, sino en la grandeza de Dios.

Fue una prueba crucial, pero el SEÑOR no le dejó dudas a Josafat acerca de su voluntad. Se la dio a conocer a través de un levita, siervo de Dios, quien le dijo las siguientes palabras de parte del SEÑOR: " No tengan miedo ni se amedrenten al ver esta gran multitud, porque esta batalla no la libran ustedes, sino Dios." 2Cron. 20:15 El temor es un enemigo mortal. Cuando venga el temor recordemos las palabras de Pablo a Timoteo: "No nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder y de dominio propio." 2Timoteo 1:7

Entonces, el rey Josafat designó cantores que fueran delante del ejército con sus cánticos: "Alaben al SEÑOR porque su misericordia es para siempre." Hicieron esto a pesar de no avistarse señal alguna de la liberación y salvación prometida. En la línea misma de combate, frente a un ejército más poderoso en número, cantaron: «¡Demos gloria al SEÑOR, porque su misericordia es eterna!» 2Cron.20:21 El relato inspirado por Dios dice: Cuando los cantos de alabanza comenzaron a escucharse, el Señor puso contra los amonitas y moabitas, y contra los del monte de Seir, las emboscadas que ellos mismos habían tendido contra Judá, y acabaron matándose los unos a los otros. Los amonitas y moabitas atacaron a los del monte de Seir, y los mataron hasta acabar con ellos, y después de eso, se volvieron contra sus propios compañeros y los atacaron hasta destruirlos.2Cron.20:22-23

Fueron más que vencedores, porque leemos: " Josafat y su pueblo.... Tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho." Fueron enriquecidos más al final de la prueba que antes. Se les había añadido bienes que jamás habían pensado poseer.

Hay dos cantos en la gran batalla de Josafat: El canto de alabanza antes de la batalla, y el canto de liberación después de ella. Nosotros también deberíamos tener dos himnos: Uno en el valle de la prueba, en el que alabamos a Dios por el cumplimiento de todo lo prometido; pero resulta más precioso el canto de alabanza previo, cuando le alabamos sin haber visto o presentido las emboscadas que el SEÑOR pondrá a los enemigos para derrotarlos y darnos la completa victoria. -L.B.Cowman