JULIO 6

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 2 Timoteo 3:1

Está claro que “los últimos días” es un periodo que se ha extendido hasta ahora, teniendo una duración de dos mil años. Pablo está diciendo que en este periodo de tiempo habrá ciclos repetitivos de angustia, tiempos peligrosos. Al mirar toda la historia humana durante estos últimos dos mil años, podemos ver que esto es, efectivamente, verdad. Una y otra vez en nuestro mundo, hemos tenido periodos de una paz y prosperidad relativas, tan sólo para verlos interrumpidos por estos tiempos terribles de estrés y de agonía que se producen repetidamente en los asuntos humanos. De manera que estas palabras no son necesariamente una predicción de los últimos días para la iglesia, sino que son más bien un reconocimiento del ciclo de días como éste que seguirá repitiéndose.

Y, como es natural, uno de ellos será el último. Pero si éste es realmente el último ciclo que tendrá lugar en la historia antes de que regrese nuestro SEÑOR, es difícil decirlo. Como en el pasado, las nubes de peligro pueden dispersarse y puede que el sol vuelva a brillar de nuevo. Pero lo que el apóstol quería que supiese Timoteo, y nosotros, está claramente perfilado: “Debes saber esto: que habrá tiempos peligrosos, tiempos de gran estrés, tiempos en los que nuestra fe será empujada hasta el límite, cuando nos encontraremos bajo ataque y bajo amenaza”.- Ray Stedman.

Vivimos en una época de peligros espirituales singulares. Posiblemente, nunca hubo en el pasado tantas trampas y obstáculos en el camino al cielo y, por cierto, nunca han existido trampas con señuelos tan habilidosos y obstáculos tan ingeniosos como en el presente. Mire bien quién es usted. Fíjese bien en sus acciones. Reflexione en los senderos por donde andan sus pies. Tenga cuidado de no causar la aflicción y ruina eterna de su propia alma. Tenga cuidado de no caer en la infidelidad práctica bajo el engañoso nombre del libre pensamiento. Cuidado de no caer indefenso en un estado de indecisión con referencia a las verdades doctrinales por no querer ser partidista y bajo la influencia perjudicial de la llamada liberalidad y caridad.

Tenga cuidado de no malgastar su vida en deseos y la búsqueda de significado porque puede llegar el día de decisión cuando la puerta se cierre y usted sea entregado a una conciencia muerta y a una muerte sin esperanza. Despierte y sienta el peligro que corre. Levántese y sea diligente en asegurarse de que su llamado y elección sea segura, no importa que otras cosas deja inseguras. El reino de Dios está muy cerca. Cristo, el Salvador todopoderoso, Cristo el Amigo del pecador, Cristo y la vida eterna están listos para usted. Lo único que usted tiene que hacer es venir a Cristo. Levántese y deje a un lado todas las excusas, Cristo lo llama hoy mismo. No espere una compañía, si no la puede tener, no espere a nadie. Los tiempos, repito, son desesperadamente peligrosos. Si son pocos los que toman el camino angosto de la vida, decida que, con la ayuda de Dios, al menos usted estará entre esos pocos. —J. C. Ryle