JULIO 23

"Espinos y cardos te producirá". Génesis 3:18

Siendo advertido por anticipado que habrá espinos y cardos, tienes que preparar tu alma para esperarlos. No podemos esperar una vida perfecta de felicidad en un mundo imperfecto como este. No; nuestro Salvador llevó la cruz, y tendremos que cargar con una cruz de algún tipo u otro en pos de Él. “Espinos y cardos te producirá”. Sin tribulación no crecemos en gracia muy rápidamente, y entonces no desarrollamos las gracias del Espíritu como lo hacemos cuando Dios envía los espinos y los cardos para que crezcan a nuestro alrededor.


Aun para los más devotos hay espinos y cardos. Vendrán problemas del corazón, del cuerpo y de la mente. Toda la prudencia y el cuidado, sí, y toda la oración y fe que puedan convocar en su ayuda no los mantendrá libres de esos espinos y cardos. Como son espontáneos, son inevitables. No es un espino y un cardo, "sino espinos y cardos", y una abundancia de ellos. Si alguno de ustedes es mortificado con aflicción tras otra, les ruego que no piensen que es algo extraño, 1 Ped.4:12. Hay muchos que no habrían encontrado la salvación en Cristo, si no lo hubieran perdido todo. La senda de la aflicción conduce al reino eterno, cuando nos hallamos en diferentes pruebas, sólo necesitamos regocijarnos siguiendo las pisadas del rebaño, y mirar las tribulaciones como las señales de que vamos adonde el grandioso Pastor, Cristo, nos conduce.


Las aflicciones son universales, creyentes y no creyentes tenemos dificultades. Pero para los no creyentes espinos y cardos es todo lo que hay. A pesar de todos los deleites pasajeros que ahora poseen, de estos no quedará nada sino un puñado de cenizas. ¡Oh, que aprendieras a no poner la mira en las cosas de la tierra,Col.3:1, sino a buscar una tierra mejor y más resplandeciente donde el espino no crece nunca y el cardo nunca brota! Espinos y cardos te producirá, pero si esto te lleva más cerca de tu Dios, es la mejor cosecha que puede producir la tierra.


¡Oh, que mi corazón ponga su mirada en el mundo venidero! El SEÑOR no tiene la intención de que los creyentes estén satisfechos con este mundo. Él tiene la intención de que nunca estemos plenamente satisfechos hasta que despertemos en Su semejanza. Por tanto, da gracias por los espinos y los cardos que impiden que te enamores de este mundo y te conviertas en un idólatra. Sí hay una tierra: “Donde hay una permanente primavera, Y flores que nunca se marchitan”."Las tribulaciones vuelven dulce a la promesa; Las tribulaciones dan nueva vida a la oración; Las tribulaciones me llevan a Sus pies, me abaten y me mantienen allí". Charles Spurgeon