“Un ángel del SEÑOR, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.” Mateo 28:2
Esa piedra removida, es un memorial de la victoria eterna de Cristo sobre los poderes de la muerte y del Hades. Esa piedra removida tipifica, prueba y certifica la resurrección de Cristo, y es la piedra del cimiento de la Fe cristiana. Si Cristo no resucitó; entonces “ vana es nuestra fe”, “aún están en sus pecados,” y "los que durmieron en Cristo perecieron.” 1Cor.15:14-17-18. Pero la resurrección de Jesús es un hecho; abundan los testigos, que estaban tan persuadidos de ello, que la mayoría sufrió la muerte por testificarlo.
Jesús testificó delante de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, resucitó otra vez de los muertos, y después de cuarenta días ascendió al trono de Dios. Nosotros confiamos en Él; creemos en Él. Si no hubiese resucitado, Su sangre no habría resultado ser eficaz para nosotros para quitar el pecado; pero como Él resucitó, edificamos sobre esta verdad; toda nuestra confianza se apoya en esto, y estamos persuadidos de que; Resucitado de los muertos, Él va delante; Él abre la puerta eterna del cielo; para dar a Sus santos una mansión bienaventurada, cerca de su Redentor y su Dios.
Si confías en Cristo, creyendo que murió y resucitó por ti, si tienes toda tu dependencia sobre el mérito de Su sangre, certificado por el hecho de Su resurrección, tienes un cimiento contra el cual las "puertas del Hades no prevalecerán"; pero si estás edificando sobre cualquier otra cosa, o sobre algo que las manos de hombres puedan hacer por ti, estás construyendo sobre arenas que serán barridas por la corriente que todo lo devora. ¡Oh, edifiquen sobre la Piedra viva de Cristo Jesús! ¡Oh, confíen en Él, "que es la Principal Piedra del ángulo", escogida, preciosa! 1 Ped.2:26 y Ef.2:19 Esto es edificar de manera segura,dichosa y eterna.
El ángel descendió y quitó la piedra, Cristo resucitó, y el ángel se sentó sobre la piedra. Guardas luto por amigos o familiares, no te aflijas más; Oh, ven y siéntate sobre esta piedra, que te dice que ellos han de resucitar; pues como Jesús ha resucitado, los muertos en Cristo resucitarán también. Sécate esas lágrimas, pues la tumba del creyente ya no es más un lugar para lamentaciones, sino el pasaje a la inmortalidad; es el ropero en el que el espíritu colgará por un tiempo sus vestiduras, cansado después de su viaje terrenal, para vestirlas nuevamente cuando serán resplandecientes y más blancas que la nieve. Mar.93
La resurrección de nuestro SEÑOR es la piedra angular de nuestra Fe, es nuestro triunfo y deleite. ¡Cuán grande es el gozo que la resurrección trae a quienes están en el lado del bien de esa piedra! ¡Cómo esperan Su aparición con un éxtasis creciente cada día! ¡Cómo edifican sobre la dulce verdad de que resucitarán, y verán a su Salvador! "Yo sé que mi Redentor vive, cuando mi cuerpo haya sido destruido, veré a Dios mi Salvador con mis propios ojos. Job 19:25-26- C. Spurgeon