JULIO 21

"Por tanto, quítenle el talento y dénlo al que tiene los diez talentos. Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará". Mateo 28-29

Muchos entienden esta parábola de los talentos, como si se refiriera sólo a dones externos o personales, meramente humanos, como el entendimiento, la razón, la capacidad etc. Pero el significado del gran Maestro, Jesucristo, llega más alto que esto, y comprende más, es decir, aquellos talentos o riquezas espirituales, dones de la gracia de Dios por medio de Su Espíritu Santo, que se ejercitan con la fe y que elevan al creyente en sus relaciones con Dios y redundan en mayor gloria para Él.

Notemos que era un siervo, o pretendía serlo, su fracaso radica en su falso razonamiento acerca del SEÑOR, no cree en Su bondad, lo considera injusto, cruel, severo. "Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que siega donde no sembró y recoge donde no ha esparcido, y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; mira, aquí tienes lo que es tuyo". Mat.25:24. Así, los hombres malvados se persuaden de que Dios les pide más de lo que pueden realizar, y se contentan con no hacer nada; o consideran que sus poderes y medios son propios, para usarlos como quieran, y que nadie puede pedirles que den cuenta, por la forma en que según ellos son tratados injustamente.

Dijo Jesús: "No todo el que me dice Señor, Señor, entrará al reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de Dios". Mat. 7:21; Por eso, fue considerado por el SEÑOR "malo y perezoso". Mat. 25:26. Cuando conocemos a Dios en Cristo, lo conocemos reconciliado con nosotros mismos. Cristo, por tanto, es el Camino al cielo; y por amor a Él y por lo que hizo por nosotros en la Cruz, llevamos a cabo el trabajo necesario en el mundo. Su pecado fue saber hacer el bien y no hacerlo. No buscó la ayuda de la gracia Divina. ¡Qué estado de ánimo lamentable desear ir al cielo y, sin embargo, apartarse con negligencia, disgusto y resentimiento del único Camino que conduce al cielo!

Tener un concepto falso de Dios y no conocer Su infinito amor genera temor, que paraliza e impide actuar, porque "en el amor(de Dios) no hay temor, sino que el perfecto amor (en Dios) echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo," 1 Juan 4:18. El miedo es incredulidad, se hace sentir en el corazón y deja su huella en la vida de un hombre; la infertilidad incluye tanto a los que dan malos frutos como a los que no dan fruto, tanto los unos como los otros se caracterizan por no confiar, ni obedecer SEÑOR ni hacer Su voluntad. Los talentos espirituales se ejercitan especialmente con la Fe puesta en Jesús, y son iluminados y avivados o encendidos por el poder de Su Espíritu Santo. "Pero sin Fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." Heb. 11:6"

Fui y escondí tu talento en la tierra; mira, aquí tienes lo que es tuyo". Este siervo no confió en el SEÑOR, enterró( sepultó, olvidó) el talento, desperdició, el don de la gracia Divina. Como auto justificándose, dice: " Señor, no puedes quejarte; no he robado ni perdido tu dinero, tu bien; aquí está intacto, tal como lo recibí". No lo aprovechó, no lo hizo crecer, lo echó al olvido como si no existiera. ¡Qué perversa visión equivocada de su propia posición y de la naturaleza de Dios! Se le dio el talento, no para enterrarlo, sino para usarlo y mejorarlo en beneficio de su Señor.

Por lo tanto, concebir al SEÑOR, no como es, sino de acuerdo a los propios puntos de vista carnales y pervertidos, conlleva a un comportamiento errado, al que corresponderá el desenlace final del hombre, y a la sentencia del SEÑOR: "échenlo en las tinieblas de afuera; allí será el llanto y el crujir de dientes". Mat. 25:30. Los siervos infieles desconocidos por el SEÑOR como cristianos, Mat.7:23, serán arrojados donde no hay ninguna luz, ni siquiera corporal, ni hay visión de Dios, sino que como pecadores indignos de la presencia divina, se lamentarán por siempre. Mientras los siervos fieles "entran en el gozo de su SEÑOR", y son recompensados, el siervo infiel, malo e inútil, es rechazado de su presencia, expulsado del reino de los cielos. "La recompensa del SEÑOR pertenece a aquéllos que practican el Evangelio. Pero Él rechazará aquéllos que no tienen la Fe de Cristo aun cuando parecía que tenían la de la ley". Hilario