"¡Que me bese con los besos de su boca!" Cantares 1:2
La interpretación espiritual de este verso, es ordenada según el Espíritu Santo a la relación de la Iglesia con Cristo, bajo la denominación de esposa y de Esposo, y a la unión del alma con el Verbo de Dios. Existe un amor llamado carnal, lujurioso y quien ama según este "siembra en la carne", Gal. 6:8, así también existe un amor espiritual, y el alma al amar según este, siembra en el Espíritu. "Así como nos parecemos al hombre hecho de tierra, así también nos parecemos a aquel que es del cielo", 1Cor. 15:49. Entonces, el portador de la imagen del hombre terreno según el hombre exterior, lo mueven el deseo y el amor terrenos; en cambio, al portador de la imagen Cristo según el hombre interior, lo mueven el deseo y el amor celestiales. Por tanto, este amor espiritual del alma, se enciende por el Espíritu Santo y por el Verbo de Dios, Cristo, Esposo fiel del alma, quien es la imagen y el esplendor del Dios invisible, primogénito de toda la creación, Col.1:15, en quien han sido creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, las visibles y las invisibles, Col.1:16. - Origenes
"Debido a que Dios deliberadamente utiliza la relación de matrimonio como una ilustración de la relación que Él tiene con Su pueblo, vemos que este gran cantar de los cantares ilustra el amor, la intensidad, y la belleza de una relación, la cual debe de existir entre Dios y el creyente. Por el beso se entenderá que la manifestación extraña y bendita del amor que Cristo da de sí mismo a sus hijos. En la medida en que la palabra "besos" está en plural, la esposa pide que pueda tener el favor multiplicado; y en la medida en que menciona la «boca» de su novio, es porque ella desea recibir los besos frescos y cálidos de su persona sagrada. "Porque tu amor es mejor que el vino". Es mejor en sí mismo, ya que es más costoso. Es mejor, también, en sus efectos; no deja ningún resultado malo.- C. Spurgeon
El beso, primera palabra del Cantar, transmite con su hálito la vida: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo" Gén. 2:7. La amada añora los días del Edén, cuando gustaba las delicias del amor de Dios, más sabroso que el vino, que alegra el corazón del hombre, Salmo 104:15. "Gusten (prueben) y vean cuán bueno es el SEÑOR", Sal 34:9. ¡Cómo no amar al SEÑOR! Su amor, en verdad, es el "mejor vino" guardado en sus bodegas, Juan 2:10. La esposa, el creyente, embriagado con Su amor, clama: "Atráeme a ti con cuerdas de ternura, con lazos de amor, " Oseas 11:4; introdúceme en "el aposento alto" Hechos 1:13, donde reside el Arca de tu presencia Éxodo 30:6. Los patriarcas, los profetas y los justos unen su ardiente deseo en este clamor: "¡Que me bese con los besos de su boca!"
Cristo, Palabra de Dios, Sus palabras son espíritu y son vida Juan 6:63, quien se une a Él, pasa de la muerte a vida, Juan 5:24 y, con ello, se enciende el deseo del creyente, su esposa, de llegar a la fuente de la vida Juan 4:14, que es la boca del esposo, de la que brotan palabras de vida eterna. Juan 6:68. Pero para beber de esta agua es necesario acercarse a Él: "Si alguno tiene sed venga a mí y beba" Juan 7:37. Él quiere que todos se salven. 1Tim 2:4 y no deja a quienes lo desean sin el beso de su boca. Por ello Jesús reprocha a Simón el leproso: "No me besaste", Lucas 7:45. Si lo hubiera hecho habría quedado limpio de su enfermedad del pecado. Pero como él no sentía amor, quedó insensible al deseo de Dios. En cambio María, la pecadora, "porque mucho se le perdonó, mucho amó, desde que llegué no ha dejado de besarme". Lucas 7:45-47.
Maravilloso es Su amor justificador y santificador, mediante el cual libera a los creyentes de la inmundicia del pecado y restaura en ellos la imagen de Dios, que consiste en justicia y santidad, Efesios 4:24. Su amor glorificador, mediante el cual eleva a Su pueblo a ese estado de vida y gloria, y les da una herencia inmortal, donde abundará todo consuelo, paz y gozo, y donde tendrán la comunión del mayor bien, el amor de Dios brillando inmediatamente sobre sus corazones.