"El SEÑOR sostiene a Todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos". Salmo 145:14
Puede ser que algunos estén abatidos por el luto. Es entendible que esté abatida la mujer que acaba de depositar en la tierra al esposo; y es entendible que guarde luto el hombre cuyo hijo le ha sido arrebatado de repente. Ven, cuéntale tu dolor a Aquel que tuvo piedad de la viuda en la puerta de Naín. Ven, derrama tu aflicción delante de Aquel que lloró con las amadas hermanas en Betania, cuando Lázaro estaba muerto. Él puede ayudarte, Él sostiene a todos los que caen, ."
Otros están tristemente abatidos por las cargas pesadas de la vida, por la pérdida de la salud, o económica, están deprimidos por una angustia interna que solo Dios conoce. Se tambalean en el trayecto de un día a otro, bajo el peso que amenaza aplastarlos en el polvo. ¡Oh, vengan a mi SEÑOR, que proporciona nuevas fuerzas para llevar las cargas, pues ¡Él sostiene a los que están caídos! Es maravilloso lo que un hombre puede hacer cuando Dios ha colocado Su mano sobre Él, y le ha dicho: "Esfuérzate." Estás desfallecido y te desmayarás sin tu Dios, pero tendrás fuerzas si vienes y confías en Él, "Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará, no dejará para siempre caído al justo"; Salmo 55:22 ¡Ah, no hay cura para algunas formas de angustia excepto acudir de inmediato al SEÑOR!
Puede ser que alguno se siente oprimido por la culpa y el pecado; mira a Magdalena, a los pies de Jesús ocultando su rostro tras las lágrimas de arrepentimiento. Mira al hijo pródigo errante, anhelando regresar a su Padre, pero demasiado abatido como para iniciar el viaje. Escucha: "El SEÑOR levanta a todos los oprimidos" A Él le encanta encontrar al pobre pecador encorvado sobre el muladar, metiendo su cabeza en el polvo con verdadera desesperación de corazón, y se deleita en venir, y poner Su mano sobre él, y decirle: "Ponte de pie; no temas." Hay un grandioso Dios de misericordias que se gloría en obrar portentos de gracia, perdonando incluso el pecado más negro. Repito que me gustaría hacer resonar este texto, como una campana de plata, a los oídos de cada pecador penitente aquí presente, y decirle: "El SEÑOR liberta a los cautivos." Salmo 146:8 "El SEÑOR levanta a todos los oprimidos"
Los que caen son esquivados por todos, y es la ternura peculiar del SEÑOR que sea precisamente a ellos que El mira, aun cuando sean los principales de los pecadores y los menos considerados de la humanidad. Los que caen entre nosotros es muy fácil que sean hollados por los fuertes: su timidez y dependencia hacen de ellos las víctimas de los orgullosos y los dominadores. A ellos también él SEÑOR sostiene con su mano."El Señor sostiene a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos" - C.Spurgeon