AGOSTO 27


"Al que cree todo le es posible". Marcos 9:23

Muchos que profesan ser cristianos están siempre dudando y temiendo, y piensan, tristemente, que esa es la condición inevitable del creyente. Esto es un error, pues: "Al que cree todo le es posible". La verdad es que podemos ascender hasta una posición donde cualquier duda o temor sea solo como un ave que vuela a través del alma, pero no se posa en ella. Cuando lees acerca de la sublime y dulce comunión que han disfrutado ciertos santos distinguidos, suspiras y lamentas en lo íntimo de tu corazón diciendo: "¡Ay!, eso no es para mí". ¡Oh escalador, solo con tener fe, te verás colocado sobre el luminoso pináculo del Templo!, pues "al que cree todo le es posible". Tú oyes hablar de las proezas que han llevado a cabo por Jesús algunos hombres santos, o cuánto se han gozado ellos en Él, o en qué medida han llegado a parecérsele, o cómo han podido soportar grandes persecuciones por su causa, y dices: "¡Oh, en cuánto a mí, soy hombre de poca fe y no puedo alcanzar eso!".

No hay nada que haya sido logrado por algún santo que no puedas serlo tú. No hay elevación alguna de la gracia, adquisición de espiritualidad, prueba de seguridad, puesto de servicio, que no te sea accesible, si solamente crees. Desecha la tristeza y la derrota y elévate hasta la dignidad de tu verdadera posición en Cristo. Tú eres pequeño espiritualmente porque quieres serlo, no porque haya necesidad de que lo seas. No es propio que te arrastres en el polvo, oh hijo de Rey. ¡Asciende! El trono de oro de la certeza de la fe te aguarda. La corona de la comunión con Jesús está lista para adornar tu cabeza. Vístete de escarlata y del lino fino de Fe y pásalo bien todos los días; pues, si crees, puedes comer "lo mejor del trigo". Tu tierra fluirá leche y miel y tu alma se saciará como el que disfruta de un banquete delicioso. Salmo 63:5. "Al que cree todo le es posible". C.Spurgeon

Lo que dice el SEÑOR puede interpretarse de este modo: Es tal la sobreabundancia de virtud que hay en mí, que no sólo puedo sanar a este muchacho bajo la posesión de un espíritu maligno, sino hacer que otros lo hagan. Porque si tienes la fe necesaria, todo te será posible, no solamente podrás curar a éste, sino a muchos otros. De este modo traía a la fe al que hablaba todavía como incrédulo. Y luego el padre del muchacho convencido de su poca fe, y lleno de angustia a causa de su hijo, gritó con lágrimas: "¡SEÑOR! Yo creo; ayuda mi incredulidad", Marc.9:24 - Crisóstomo

Qué dulce instrucción ofrece Jesús a los de Fe débil, para ejercer más confianza en el SEÑOR JESUCRISTO. Debe observarse que este hombre tenía fe, aunque era pequeña. Ahora bien, la fe más pequeña no es de creación humana, sino divina. Y como toda la fe viene de JESÚS, que es el autor y consumador de la fe; Heb.12:2, hay más motivo para bendecir a Dios, por el más mínimo grado de fe, que por todas las riquezas del mundo. "La fe es el canal por el que pasa el poder divino. Su cantidad es menos importante que su calidad. Puede ser diminuta como una semilla de mostaza, Mat.17:20, pero, como Él, debe contener el principio de la vida". -FB Meyer

Tener verdadera fe que inspira toda acción, esa fe en lo sobrenatural que despoja al mundo de su máscara y muestra a Dios en todas las cosas; la fe que hace desaparecer toda imposibilidad, que hace que las palabras de inquietud, de peligro, de temor no tengan ya sentido; la fe que hace caminar por la vida con serenidad, con paz, con alegría profunda, como un niño cogido de la mano de su madre; una fe que coloca al alma en un desapego tan absoluto de todas las cosas sensibles que son para ella nada, como un juego de niños; la fe que da tal confianza en la oración; esta fe que nos enseña que "todo lo que se hace fuera del agrado de Dios es una mentira", esa fe celestial que hace verlo todo bajo una luz distinta: ¡SEÑOR mío, dame esa fe! Creo, pero aumenta mi fe, ayuda a mi incredulidad. Haz que te ame y te crea, te lo pido con todo mi corazón. Amén. (Meditaciones sobre los Evangelios)