AGOSTO 22


"Dejando al instante sus redes, le siguieron". Mateo 4:20

Sus redes probablemente eran todo lo que poseían. Con estos se ganaban la vida. Sin embargo, ante el llamado de Cristo, lo abandonaron todo, se despojaron de sus medios de sustento y, en simple obediencia y fe, fueron con Él. Eso es exactamente lo que todos debemos hacer, cuando Cristo nos llama. Debemos obedecer instantáneamente y sin cuestionar. No importa cuánto involucre la renuncia, debemos hacerlo alegremente por Su causa, no debemos vacilar. Cristo cuida de sus hijos, cuando hacen fielmente Su voluntad. Él pide una entrega absoluta a Él. Él quiere que confiemos en Él, mientras lo obedecemos sin cuestionarlo.

La fe en Cristo que requiere el Evangelio es la entrega absoluta y sin reservas de toda la vida a Él, y el compromiso incuestionable con Él por el tiempo y la eternidad, de todo interés y esperanza. La pregunta de qué hará Él con nosotros o por nosotros, o cómo nos proveerá, no debe plantearse ni por un instante. No debe haber 'condiciones' en la consagración. No podemos 'negociar' con Él por 'caminos suaves y placenteros', sino que simplemente debemos entregarnos a Él absolutamente y para siempre, para seguirlo a donde sea que Él nos guíe.
"Al instante" también es importante. Muchas personas posponen para siempre los deberes. Pero toda llamada de Cristo debe ser respondida inmediatamente. Mucha gente obedece con tanta demora, tan a regañadientes y tanto tiempo después de haber sido llamados, ¡que se pierde la mitad del valor de su obediencia! Cristo siempre quiere obediencia instantánea. No hay un 'mañana' con Él, puede que no estemos aquí para cumplir con el deber que ahora nos pide. En esto se muestra un modelo para aquéllos que todo lo dejan por seguir a Jesucristo y se ofrece también una lección a aquéllos que posponen el llamado del SEÑOR por apego a sus afecciones carnales. Escuchen hombres apegados a la tierra: Así es como los discípulos de Cristo, dejando los negocios temporales, siguen al Verbo, que dice: "El que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo".Luc 14:33. -JR Miller

No hay que extrañarse del hecho que, a la primera indicación imperativa del SEÑOR, abandonaron su preocupación por las ganancias terrenas y, dejaron de lado todas sus riquezas terrenas. Conocían cuán preciosa es el alma humana, cuán grata es su santidad en la presencia de Dios y cuán grande es la recompensa ofrecida. Es que el SEÑOR, que los llama por fuera con su voz, los ilumina de un modo interior e invisible para que lo sigan, infundiendo en su mente y corazón la luz de la gracia espiritual, para que comprendiesen que Aquel que aquí en la tierra lo invitaba a dejar sus negocios temporales es capaz de darle en el cielo un tesoro incorruptible. -Beda "El reino de Dios No tiene precio: vale tanto cuanto tienes". - Gregorio

ORACIÓN: SEÑOR, dime qué me pides. Dispón de mí y de lo que me pertenece como gustes: lo acepto todo, consiento en todo. Sé que buscas mi mayor riqueza, salvar mi alma: "Pongo pues, totalmente mi alma en tus manos" Sal 31:6. Por tu misericordia, ayúdala, consérvala, haz que te pertenezca siempre, y sea toda tuya, ya que "la rescataste, SEÑOR, Dios de la verdad, al precio de tu sangre". 1Ped.1:18-19