"¿Por qué fue perpetuo mi dolor....?" Jeremías 15:18

Este lamento de Jeremías puede representar adecuadamente el grito angustiado de la humanidad sufriente, de época en época. En todas las tierras, bajo todos los cielos, en todos los tiempos, se oye el mismo lamento día y noche, un canto incesante de aflicción, luchando contra la adversidad, contra la enfermedad, tambaleándose bajo el peso de la pena o el sufrimiento. "¿Por qué fue perpetuo mi dolor?". Pero no todo es oscuridad. Estos "misterios" son también "maestrías". Estos "misterios inescrutables" son los instrumentos elegidos por Dios para moldear los tipos más elevados de carácter. Es cierto que el dolor y la enfermedad vinieron al mundo como asistentes y servidores del pecado; pero es necesario que sepamos que el SEÑOR los ha hecho sus ministros y sus siervos. Aquellos nombres escritos por la pluma de la historia, y hechos radiantes por la luz de la devoción y el olvido de sí mismos, fueron hechos grandes mediante el dolor y el sufrimiento.

Si tomamos el dolor con paciencia, como la buena voluntad de nuestro fiel Dios, entonces resultará una bendición. Así, el efecto de la prueba y la aflicción, ya sea corporal o mental, depende de la forma en que se reciba. No debemos recibir la aflicción con un espíritu rebelde; Puede amargar, en lugar de endulzar, el espíritu. Puede endurecer, en lugar de ablandar, el corazón. Y entonces el propósito misericordioso de Aquel que no castiga con ira, sino con misericordia, será frustrado y desviado por la perversidad del hombre. Para fortalecer nuestra fe, recordemos los pasajes inspirados por el Espíritu Santo, en los que se declara claramente la conexión causal entre el sufrimiento y la santidad. "El crisol es para la plata, y el horno para el oro; pero el Señor prueba los corazones". Prov.17:3 El afligido Job:" Aunque él me matare, en él confiaré ". "Cuando me haya probado, saldré como el oro". Zacarías en nombre del SEÑOR dice: "Haré pasar la tercera parte por el fuego y los refinaré como se refina la plata", Zac. 13:9 Nuestro SEÑOR dijo: "En el mundo tendrán aflicción",

Pedro, el más importante de los apóstoles, escribe: "Aunque ahora por un tiempo.... son afligidos en diversas pruebas (tentaciones) ", Heb. 12:11 nos dice que la aflicción produce " frutos apacibles de la justicia ". Se puede ver que estos santos fueron, como su Divino Maestro, "perfeccionados por el sufrimiento", o al menos que sus sufrimientos y aflicciones los habían llevado lejos, por el camino cuya meta es la perfección. A semejanza de Cristo, han recorrido el mismo camino áspero y espinoso, hasta que finalmente la corona de espinas se ha transformado en una mitra de gloria, en la que podríamos trazar las palabras: "¡Perfeccionado a través del sufrimiento!". Heb.2:10, o al menos que sus sufrimientos y aflicciones los han llevado lejos, por el camino cuya meta es la perfección.

Tu sufrimiento, cualquiera que sea su forma, cualquiera que sea su intensidad, no es "sin tu Padre". Estás en Sus manos. No te olvida; "Él nunca te dejará ni te abandonará"; Él sólo diseña "tu escoria para consumirla y tu oro para refinarlo". ¡Mira fijamente, oh sufriente! y verás que el dolor se transfigura lentamente ante tu mirada hasta que adquiere los mismos rasgos de Cristo, de quien el profeta dijo: "Se sentará como refinador y purificador de plata" Malaquías 3:3 -RH M' Kim,"Algunas plantas deben sus cualidades medicinales al pantano en el que crecen; otros a las sombras en las que solo florecen.... El dolor, probablemente, en algunos casos ha desarrollado un genio, cazando al alma que de otra manera podría haber dormido como un león en su guarida. Si no hubiera sido por el ala rota, algunos podrían haberse perdido en las nubes, algunos incluso de esas escogidas palomas que ahora llevan la rama de olivo en la boca y muestran el camino hacia el arca". -CH Spurgeon.