"Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón...." Jeremías 15:16
"Fueron halladas Tus palabras," Jeremías hizo un importante descubrimiento. Tal como un hombre, al cavar en la tierra, podría encontrar allí un tesoro más allá de sus esperanzas; o como un mercader, en busca de buenas perlas, puede encontrar inesperadamente una de mayor precio que las que estaba buscando. Cuando los hombres encuentran la Palabra de Dios, hacen un gran descubrimiento de la voluntad de Dios con respecto a ellos. Pero no hemos hallado la Palabra de Dios solo cuando la hemos leído, es necesario añadir una comprensión de ella. Es el significado interno, la verdad que se revela, lo que debemos buscar. Encontrar la Palabra de Dios significa que nos ha iluminado; "Como una antorcha que alumbra en lugar oscuro".2 Ped.1:19
No es lo mismo familiaridad que conocimiento. Muchos están familiarizados con todas las verdades y doctrinas, pero no tienen la experiencia del poder de una sola. Como Balaam, quien vio las visiones de Dios y estaba orgulloso de lo que vio, pero sin experiencia. Como Judas, que predicó y obró milagros, pero murió desesperado. Como saber que hay un arca, pero nunca entrar en ella. Saber que Cristo es un Salvador crucificado y todopoderoso, pero como el ladrón moribundo que lo vió, estuvo a su lado pero lo rechazó. ¡Cuán inútil y vano este conocimiento! Bienaventurado el que lee, oye, aplica y comprende las Escrituras, buscando todo el tiempo el sentido espiritual oculto. Muchos han escuchado la palabra de Dios durante años, pero nunca la han encontrado; "Tienen ojos, pero no ven; oídos, pero no oyen". ¡Oh, si hubieran encontrado el "¡tesoro escondido en el campo!" A Jesucristo, Él es enfáticamente el Logos,el Verbo hecho carne. La Palabra de Dios más completa, más brillante y más fuerte.
"Y las comí", no dice: "las repetí como un robot". Las palabras de Dios son alimento para el alma. La palabra de Dios es sana, nutritiva, sabrosa, salvadora. El alimento que comemos está en el cuerpo, y se convierte, por así decirlo, en parte de nosotros, los expertos en nutrición dicen: "Eres lo que comes". Comer la Palabra plantea una unión íntima, que es parte de nuestro ser. Así la Palabra como nuestro alimento, guardada en el corazón es parte de nosotros; es la misma sangre vital del alma. Comer implica, además, que se extrajeron los nutrientes. Es delicioso sentarse y profundizar en un texto, y sentir que no solo la letra, sino también las partes vitales internas del texto son nuestras, recibidas, digeridas y asimiladas en la naturaleza misma de nuestro espíritu.
Asimilar o digerir un texto de la Biblia. Este es el punto principal. Las mariposas revolotean sobre el jardín, y nada sale de su revoloteo; pero mira las abejas, cómo se clavan en los cascabeles de las flores y salen con su estómago cargado de polen, lleno de la miel más dulce para sus colmenas. Esta es la manera de leer tu Biblia: sumérgete en las flores de las Escrituras, sumérgete en el significado interior y chupa esa dulzura secreta que el SEÑOR ha puesto allí como tu alimento espiritual. -C.Spurgeon.)
"Tus palabras fueron para mí el gozo y la alegría de mi corazón". La influencia de la Biblia conduce a la felicidad personal ¡Cuán benditos fueron sus efectos sobre el corazón de Jeremias, cuando el resultado fue "¡gozo y regocijo"! Me deleito con tus palabras, penetraron en lo más íntimo de mi ser y me regocijé. Las Escrituras recibidas en el corazón quitan la miseria que surge de la culpa, el temor al castigo y al juicio, e introducen en el corazón el sentimiento de gozo relacionado con la reconciliación con Dios, un estado de paz en la conciencia y la esperanza de la vida eterna y la salvación son causa de gran regocijo y alegría del corazón. "¡Cuanto amo tu Palabra! Todo el día es ella mi meditación". Salmo 119:97 ¡Oh cómo disfruto encontrar hermosas verdades en la Palabra que ministran mi espíritu y mi alma. Es la alegría y el regocijo de mi corazón; Penetrar en la Palabra, leerla y estudiarla. -Chuck-smith La Palabra descubierta–un tesoro. La Palabra en el corazón–un gozo. La Palabra en los labios–un mensaje. La Palabra en la mano–un arma. -W. Whale