OCTUBRE 4



Le escribí las grandezas de mi Ley, y fueron tenidas por cosa extraña." Oseas 8:12.

La Biblia, este volumen es la escritura del Dios viviente: cada letra fue escrita por un dedo Todopoderoso; cada palabra salió de los labios eternos, cada frase fue dictada por el Espíritu Santo. Aunque los hombres fueron usados para escribir sus historias con su ardiente pluma, Dios guió esa pluma. Es la voz de Dios, no del hombre; las palabras son de Dios, palabras del Eterno, del Invisible, del Todopoderoso, del Jehová de esta tierra. Es la Biblia de Dios; y cuando la veo, me parece oír una voz que surge de ella, diciendo: "Soy el libro de Dios; hombre, léeme. Soy la escritura de Dios: abre mis hojas, porque fueron escritas por Dios; léelas, porque Él es mi autor, y lo podrás ver visible y manifiesto en todas partes." "Le escribí las grandezas de mi ley."

Los temas que se tratan en la Biblia están más allá del intelecto humano; hay falsos predicadores que, no contando con los suficientes argumentos, los sacan de cualquier parte; pero los hombres elegidos por el mismo Dios no necesitan hacer eso; ellos son enseñados por Dios, y Él les suministra los temas, las palabras y el poder. He oído de hombres llenos de orgullo y falsa modestia, a quienes les gustaría alterar la Biblia, y algunos ministros han alterado la Biblia de Dios, porque le tenían miedo. Dios escribió lo que a ti no te gusta: escribió la verdad, y no fue escrita para acomodarse a ti o para complacerte. ¡Oh! postrémonos en reverencia ante ella, pues Dios la inspiró. Es verdad pura. De esta fuente mana "agua de vida" sin ninguna partícula de tierra; de este sol nacen rayos de esplendor sin sombra alguna. Bendita Biblia; tú eres toda la verdad.

Fui incrédulo alguna vez y dudaba de todo. Fue dulce al principio, pero amargo después. Llegué al borde mismo de los dominios sombríos de la incredulidad. Dudaba de mi propia existencia; dudaba que el mundo existiera; dudaba que hubiera tal cosa como mi propio yo. Pero, la propia extravagancia de las dudas me demostró lo absurdo de ellas. Ahora, atado al Evangelio de Dios más firmemente que nunca, parado sobre una Roca más dura que el diamante, desafío los argumentos del infierno a que me muevan, "porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día".2 Tim.1:12
" Fueron tenidas por cosa extraña". En primer lugar, quiere decir que es completamente ajena a muchas personas porque nunca la leen. Este manjar sólido, perdurable, sustancioso y que satisface, permanece sin ser probado, guardado en la alacena del abandono; mientras que todo cuanto escribe el hombre, es devorado con avidez. En la Biblia encontraremos a Cristo revelado, y nos ha dado la clave para entenderla, si tenemos al Espíritu Santo.

En ella encontramos en lo que debemos creer para ser salvos. Este es el compendio de las grandezas de su ley: Todos estamos arruinados por nuestros corazones perversos y malos deseos, todos estaremos arruinados a menos que la gracia nos salve. Somos redimidos por la sangre de Cristo, somos rescatados por Su poder, somos redimidos por Sus méritos, y rescatados por Su fuerza. La transformación por el poder del Espíritu, y la perseverancia final por el poder de Dios. Vengan, y beban de esta hermosa fuente del conocimiento y de la sabiduría, y descubrirán que serán hechos sabios para salvación. La Biblia me dice que, si soy convertido, cuando muera me recibirá un cielo de gozo y amor, me remontaré más allá del sol, al trono de Dios, para morar allí para siempre.

Si ustedes han probado y experimentado la Biblia, si es preciosa para sus almas, entonces ustedes son cristianos; pero esas personas que la desprecian para ellos "fueron tenidas como cosa extraña". Acérquense ustedes, críticos, examinen desde Génesis hasta Apocalipsis y encuentren en la Biblia alguna falla. La Biblia es una veta de oro puro sin mezcla de ninguna sustancia terrenal. Esta es una estrella sin mancha, un sol de perfección, una luz sin sombra, una luna sin su palidez, una gloria sin penumbra. Amemos, respetemos y estudiemos la Biblia, porque ellas dan testimonio de Cristo. Y consideremos que la Biblia es más preciosa que el oro más fino. -C.Spurgeon

DAME LA BIBLIA
Por: Priscilla J. Owens
Dame la Biblia, estrella resplandeciente de alegría
Para alegrar al caminante solitario y zarandeado;
Ninguna tempestad puede ocultar ese resplandor apacible
Desde que Jesús vino a buscar y salvar a los perdidos.
Dame la Biblia cuando mi corazón esté quebrantado,
Cuando el pecado y el dolor hayan llenado mi alma de temor.
Dame las preciosas palabras pronunciadas por Jesús.
Levanta la lámpara de la fe para mostrar cerca a mi Salvador.
Dame la Biblia, Santo mensaje resplandeciente;
Tu luz me guiará por el camino angosto;
Precepto y promesa, ley y amor unidos
hasta que la noche se desvanezca en el día eterno.