OCTUBRE 12



"Y cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene llamado Simón, al cual obligaron a que llevara Su cruz." Mateo 27:32

Jesús, debilitado por los azotes, no podía subir a la colina del Gólgota. Cuando esto se vuelve obvio para los soldados romanos, le ordenan a Simón de Cirene que ayude a Jesús. Simón se inclina para ayudar y levantar la cruz, la coloca sobre su propia espalda y mira directamente a Jesús con la corona de espinas presionada en Su frente y sangre corriendo por su rostro inflamado. Dijo Jesús: "Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, debe dejar su propio camino, tomar su cruz cada día y seguirme". Jesús desafía a sus discípulos con esta escritura. Pero, lejos de llevar el peso de nuestro pecado, Simón llevó el peso de la Cruz solo por un instante.

Nos enseña el SEÑOR, que este evento quedó escrito, pues Dios ennoblece a este hombre sencillo y del campo; porque no es un asunto superfluo, que los evangelistas no solo mencionen su nombre, sino que también nos informen sobre su país y sus hijos, Marcos 15:21 para recordarnos que no tenemos ningún rango o estimación en nosotros mismos, porque es solo de la cruz de Jesucristo que obtenemos eminencia y renombre."Algunos llevan la Cruz como Simón de Cirene, solo por un tramo, y no mueren en ella, porque todo lo que hacen es en sus propias fuerzas, y en cuanto al mundo viven por el deseo de la gloria temporal. ¿Si llevas la Cruz de Cristo tu Redentor, porque no mueres en ella al mundo, a la pasión de la carne, al deseo de los ojos y a la arrogancia de la vida? 1 Juan 2:16 ¡Oh Simon, que privilegio, y cuánto te admira toda la iglesia de Jesucristo! En otras circunstancias hubiera sido una afrenta vergonzosa para un hombre libre; ¡pero qué honor y dicha tan grande ser en esta ocasión escogido por Dios para aliviar el trabajo de su precioso Hijo! Puede ser que no conociese desde luego el Cirineo el precio del favor que se le hacía; pero no se puede dudar, que después de entender el número de las conquistas de Dios crucificado, no haya echado cien veces mil bendiciones a su dicha. En verdad, dichoso por haber podido aliviar, aunque por pocos instantes, a Aquel que voluntariamente cargó sobre sí todos los pecados del mundo, para que, como dice Pedro: Para que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. 1Ped. 2:24. Mas aunque Simón de Cirene pudo aliviar un tanto al SEÑOR su pesada carga, no por eso le libró de todos sus tormentos." Ludolphus

Cualquiera de nosotros bien podría haber deseado haber sido Simon, sin embargo, no necesitamos envidiarlo.Hay una cruz para cada uno que sea un seguidor de los crucificados; ¡Que tengamos gracia para llevarla después de él! Que nos sirvan de consuelo estas palabras: en nuestro caso, como en el de Simón de Cirene, la que llevamos no es nuestra cruz, sino la cruz de Cristo. Cuando te molesten por tu piedad, cuando tu fe acarree la tribulación de crueles burlas contra ti, entonces recuerda que no es tu cruz, sino la cruz de Cristo, y cuán deleitable es llevar la cruz de nuestro SEÑOR Jesús. Observa entonces, cristiano, que Jesús no sufre como para excluir tu sufrimiento. Él lleva una cruz, no para que tú escapes de ella, sino para que tú puedas soportarla.Cristo te exime del pecado, pero no de la aflicción. Recuerda eso, y espera que tendrás que sufrir. -C.Spurgeon