Si el amor del hombre puede ser tan profundo, ¡cuán insondable, cuán eterno debe ser el amor de Dios! Cuán grande y constante ha sido Su amor por nosotros, y cuán inconstante e insincero el de nosotros para Él. Dios le dice a Oseas que ame a su esposa, aún a pesar de toda su infidelidad. Este es el ejemplo de cómo Dios nos sigue amando aunque lo cambiemos por otras cosas. "Si somos infieles, Él permanece fiel", 2 Tim.2:13. Jesús no vino al mundo para condenarnos, sino para restaurarnos. No hay nada que pueda estar roto en ti o que hayas roto que no pueda ser restaurado. No necesitamos pagar ningún precio. Solo tienes que recibir lo que Él te da, el regalo inmerecido de Su gracia. Dios te ama y Su gracia no está condicionada a lo que haces, sino al precio que Jesús pagó por ti en la Cruz, y eso es más que suficiente. 2 Cor. 12:9¡
Qué maravilloso que un Dios santo tenga buena voluntad para aquellos cuya mente carnal es enemistad contra Él! Aquí está representado el trato amable de Dios con la raza caída de la humanidad, que se ha alejado de Él. Este es el pacto de gracia que Él está dispuesto a celebrar con ellos, deben ser para él un pueblo, y él será para ellos un Dios. Jer.32:38 Deben aceptar el castigo de su pecado y no deben volver a la locura. Y es una cierta señal de que nuestras aflicciones son medios de bien para nosotros, cuando se nos impide ser vencidos por las tentaciones de un estado afligido. Mathew Henry
Creyente, echa una mirada retrospectiva a través de tu experiencia y recuerda el camino del desierto por el cual el SEÑOR te guió. Considera cómo te ha alimentado y vestido todos los días, cómo soportó tu mala conducta, cómo sufrió tus murmuraciones y tus ansias por las ollas de Egipto, cómo abrió la roca para satisfacer tu sed y cómo te alimentó con el maná que descendió del cielo. Piensa cómo su gracia te bastó en tus tribulaciones, cómo Su sangre te limpió de todo pecado, cómo su vara y Su cayado te infundieron aliento. Cuando hayas considerado el amor que Dios te tuvo en el pasado, procura entonces que la fe te haga ver el amor que te tendrá en el futuro, pues, recuerda, el pacto y la sangre de Cristo tienen en sí algo más que el pasado.
El que te amó y perdonó, nunca cesará de amar y perdonar. El es el alfa y será también la Omega: el primero y el último. Por lo tanto, ten presente, que cuando pases por el valle de la sombra de la muerte, no tienes que temer mal alguno, porque él está contigo; cuando estés en las frías aguas del Jordán no tienes necesidad de temer, pues la muerte no te puede separar de su amor, y cuando entres en los misterios de la eternidad no tienes que temblar "pues estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles ni principados, ni potestades, ni lo presente ni lo porvenir, ni lo alto ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro". Rom.8:38-39 Alma, ¿no reaviva esto tu amor? ¿No te induce a amar a Jesús? Un vuelo a través del ilimitado espacio del éter del amor, ¿no inflama tu corazón y te impulsa a deleitarte en el SEÑOR tu Dios? A medida que meditamos en "cómo nos ama el SEÑOR" nuestros corazones arden en nosotros y ansiamos amarlo más. -C.Spurgeon