"Nosotros predicamos a Cristo crucificado". 1 Corintios 1:23
Predicamos la obra inefable de Cristo en la Cruz. Su sacrificio sustitutivo, esto es, que padeció en nuestro lugar por nuestras maldades y pecados. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo Juan 1:29. Este es el mensaje fundamental de la Biblia, la historia de la redención. Por causa del sacrificio expiatorio de Jesús en la Cruz, aquellos que ponen su fe y confianza en Él solamente para la salvación tienen la garantía de la vida eterna Juan 3:16. Por eso, Pablo dijo: "Me propuse no saber entre ustedes cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado ". 1 Cor.2:2 Se propuso solo saber de Jesús y lo que Él hizo por el hombre al morir en la Cruz. Solo en esto consisten las buenas nuevas, y solo en esto iba a ocuparse. Al predicar no iba a enseñar ni a revelar algo distinto. "Que Dios nos guarde de alejarnos de este punto central, que nuestra determinación sea no conocer nada más importante que a Cristo Crucificado.... Mi teología se halla en cuatro pequeñas palabras: "Jesús murió por mí". C.Spurgeon
"Cristo Crucificado". Esta es la suma y sustancia del evangelio. Cristo crucificado es la base de todas nuestras esperanzas, la fuente de todas nuestras alegrías. Y con su muerte en que vivimos. La predicación de la salvación para los pecadores perdidos por los sufrimientos y la muerte del Hijo de Dios, si se explica y aplica fielmente, será una locura para aquellos que van camino a la destrucción, pero para los que salvan, es poder de Dios. El orgullo del corazón humano, la justicia propia de la naturaleza corrupta, la sensualidad, la ambición siempre se rebelan contra la Cruz. "Crucificado" indica Su humillación y afrenta para salvarnos y darnos vida eterna. Los que reciben el Evangelio, y se dejan iluminar por el Espíritu de Dios, ven más de la sabiduría y el poder de Dios en la doctrina de Cristo crucificado, que en todas sus otras obras. -Mathew Henry "
¡La cruz de Cristo! Oh mundo, esta es tu única esperanza. Esa cruz contiene Todo lo que necesitas de amor, sanación y paz". -BonarQue cada predicador diga: "¡Nosotros predicamos a Cristo crucificado!". Cuando la predicación pierde este enfoque esencial, se pierde a Jesús del mensaje, comienza la decadencia espiritual, las ovejas se debilitan porque no reciben el pan de vida. "Deja a Cristo fuera de tu sermón y no estarás haciendo nada. Un sermón sin Cristo es como un pan sin harina, un arroyo sin agua, una nube sin lluvia, un pozo que se burla de los sedientos, un árbol dos veces muerto y desarraigado, un cielo sin sol o una noche sin estrellas. Y debe ser tu último sermón, o al menos, el último que cualquier verdadero cristiano debería querer escuchar. Un sermón en el cual Cristo no sea el principio, el medio y el fin es un error en concepto y un crimen en ejecución. Y al decir "Cristo" no me refiero solo a su ejemplo y sus preceptos éticos, sino a Su sangre redentora, a la gloriosa satisfacción que hizo para expiar el pecado humano y a la grandiosa invitación que proclama "cree y vivirás." C.Spurgeon
Muchos predicadores de hoy, están dedicados a enseñar el Evangelio de la prosperidad, que enfatiza en el materialismo y el bienestar, pero no enseñan nada de como llegar al cielo por medio de la obra de Cristo en la Cruz. La Cruz implica sufrimiento, pero ellos carecen de explicación para la aflicción y el dolor. Este tipo de predicación distorsiona la misión principal de Jesús, salvarnos del pecado. Para ellos este verso quedó solo en "nosotros predicamos del materialismo, el éxito y la fama." "Estos inconstantes interpretan torcidamente el significado de las Escrituras para su propia destrucción". 2 Ped.3:16. Todo lo que dicen es acerca de sí mismos: "Yo construí, hice esta obra, logré esto y esto, tengo lujos, reconocimientos etc..." Hablan de todo, menos acerca de "Cristo Crucificado", y mucho menos de una vida crucificada con Él. Gál.2:20"
El lema de todo verdadero siervo de Dios debe ser: "Nosotros predicamos a Cristo crucificado." Donde Cristo no es central, no hay nada de unción ni nada de sabor, y los hombres hacen lo correcto en No someterse a un ministerio así. El ministro que deja a Cristo Crucificado fuera de su predicación le está quitando la leche a los niños y la carne a los adultos; pero si tu objetivo como maestro y predicador es glorificar a Cristo y guiar a los hombres a que crean en Él y lo amen, esa es la obra donde el corazón de Dios se halla. Si haces esto, el SEÑOR y tú apuntan hacia la misma dirección.- C. Spurgeon