Después de conocer a Cristo y creer en Él, ya no andan en sus propios caminos mundanos, sino en Sus caminos. "Los caminos del SEÑOR" son los de obediencia y adoración; los caminos de la reverencia hacia Dios. Y no solo andan en los caminos del SEÑOR, sino que "cantan" de ellos. Son caminos de gracia, caminos de sabiduría y de misericordia, caminos de paz y regocijo; por eso el eunuco siguió en los caminos del SEÑOR gozoso, Hechos 8:39. Los caminos del SEÑOR son salvación y vida eterna y debemos estar eternamente agradecidos por ello. En los caminos del SEÑOR todos los creyentes serán "guardados por el poder de Dios mediante la fe para salvación".1 Ped. 1:5. En cualquier momento y en cada lugar podemos cantar de ellos.
El tiempo cuando los cristianos empiezan a "cantar de los caminos del SEÑOR", es cuando por primera vez sueltan su carga al pie de la Cruz. Ni aun los cantos de los ángeles parecen tan dulces como el primer canto que brota de lo profundo del alma del hijo de Dios, que ha sido perdonado. Juan Bunyan lo describe así: "Cuando el pobre peregrino dejó su carga al pie de la cruz, dio tres grandes saltos, y siguió su camino cantando: ¡Bendita Cruz! ¡Bendita sepultura! ¡Y más bendito quien murió por mí! Querido creyente, ¿recuerdas el día en que cayeron tus grillos? ¿Recuerdas el lugar donde Jesús se encontró contigo y dijo: "Con amor eterno te he amado" Jer. 31:3; "He disipado tus transgresiones como el rocío, y tus pecados como la bruma de la mañana" Isa. 44:22, y "ninguna de las transgresiones que cometiste te será recordada" Ezeq. 18:22¡Oh, qué dulce día es este cuando Jesús quita el dolor del pecado! Sentí tanto gozo cuando el SEÑOR perdonó mi pecado por primera vez, que no pude evitar danzar.
De camino a mi hogar desde la casa donde fui liberado, hasta deseaba contarle a las piedras del camino la historia de mi liberación. Mi alma estaba tan llena de gozo que a cada copo de nieve que caía del cielo yo quería hablarle del maravilloso amor de Jesús, quien había quitado los pecados de un rebelde tan terrible. Sin embargo, no es solo al inicio de la vida cristiana que el creyente tiene razones para cantar. A medida que transcurre la vida descubre nuevas razones para "cantar de los caminos del SEÑOR. Y a medida que experimentan su amor constante, son llevados a proclamar: "Bendeciré al SEÑOR en Todo tiempo; mis labios siempre lo alabarán"Salmo 34:1. ¡Oh, hermanos ¡hoy mismo "engrandezcan al SEÑOR conmigo"! Salmo 34:3.